EL PAÍS 15/05/17
· Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López situarán a su partido en la izquierda, proclamarán la autonomía del proyecto socialista y apelarán a los militantes
Los aspirantes a liderar el PSOE situarán a su partido en la izquierda; los tres proclamarán la autonomía del proyecto socialista; y apelarán a los militantes como columna vertebral. En el debate que este lunes celebran Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López tratarán de demostrar que tales declaraciones de principios no se corresponden con las actuaciones de sus rivales en las primarias. Sánchez se aferrará a la abstención en la investidura de Mariano Rajoy como elemento esencial de crítica a Díaz y ésta a la irresponsabilidad que hubiera supuesto haber ido a unas terceras elecciones tras dos derrotas en seis meses.
En el único debate que los tres candidatos a la secretaría general del PSOE celebrarán en su campaña para las primarias del próximo domingo, 21 de mayo, tendrán la oportunidad de discutir sobre la decisión de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Ésta fue aprobada mayoritariamente en un comité federal ya sin Pedro Sánchez, que acababa de dimitir de la secretaría general, por lo que será la primera ocasión en que Sánchez, Díaz y López esgriman sus argumentos.
Esta es la baza esencial, muy por encima de cualquier otra, que esgrime Sánchez desde hace ocho meses para arremeter contra la candidatura de Díaz. “Espero convencer a Susana Díaz de que fue un error abstenerse ante Mariano Rajoy”, señaló el ex secretario general el sábado en Málaga. Con los votos socialistas “se sostiene a un Gobierno carcomido por la corrupción”. Sánchez ha utilizado este argumento en sus actos y previsiblemente volverá a utilizarlo en el debate. Además, el ex secretario general, como también ha proclamado ante los militantes, insistirá en que Rajoy tenía otras opciones de formar mayoría sin los socialistas, como se ha visto en las negociaciones para los Presupuestos del Estado.
Es previsible que también Patxi López critique la abstención a la investidura de Rajoy y recuerde su no a apoyarla. El político vasco también es crítico con el papel del Grupo Socialista, al que pertenece como diputado, ya que, a su juicio, no merece la pena el coste de haberse abstenido para sacar “unos retalillos” del Partido Popular.
Un debate en tres bloques
Los tres bloques en los que se dividirá el debate de los candidatos a las primarias presentan asuntos controvertidos: político, socioeconómico y modelo de partido. En el primero se abordará la reforma constitucional para conducir a España a un modelo federal, en el que los tres candidatos están de acuerdo. La presidenta andaluza quiere preguntar a Sánchez por el significado de España como nación de naciones y Cataluña como una de ellas.
La periodista de La Vanguardia Carmen del Riego, que ya condujo el debate celebrado en 2014, será la moderadora. El presidente de la gestora, Javier Fernández, recibirá a los tres participantes, que llegarán escalonadamente y tendrán casi media hora de reunión con sus respectivos equipos en los despachos que les ha preparado Ferraz.
El ataque a Díaz por la abstención —que la candidata defiende como una decisión mayoritaria de un comité federal— será la plataforma sobre la que la presidenta andaluza pase al contrataque. Su argumento es que sin esa abstención se hubiera ido a las urnas por tercera vez en un año y el PSOE hubiera continuado su camino irrefrenable hacia el pozo. En seis meses pasó de 90 a 85 diputados y el cabeza de lista fue Sánchez. La líder andaluza mantiene que había algo peor que un Gobierno de Rajoy con 137 diputados: otro con muchos más diputados.
Otra línea del debate será quién de los candidatos puede encabezar un PSOE de izquierdas. Los tres reivindican ese espacio y en sus equipos reconocen que será uno de los puntos calientes. Como anticipo, Sánchez estrenó hace tres días el lema “Aquí está la izquierda” para salvar al partido de los efectos “de la abstención”. También “de izquierdas” es el partido que defiende Díaz y para demostrarlo puede esgrimir su propio Gobierno y el de otros presidentes autonómicos y alcaldes socialistas. La recuperación de una “izquierda exigente” es lo que defiende López.
Frente a Podemos y el PP
El debate de la izquierda y la defensa de la socialdemocracia que los tres candidatos abanderan les llevará a explicar cuál es su posición frente a Podemos. Los cambios de Sánchez respecto a la estrategia sobre el partido de Pablo Iglesias han abierto un camino por el que Díaz quiere transitar. En este terreno se siente fuerte a sabiendas de la distancia, cuando no la hostilidad, de los militantes socialistas respecto a la formación morada. “Nunca permitiré a otro partido que diga al PSOE lo que debe hacer” y menos a esa “izquierda inútil” que “hace el juego a la derecha”, y que prepara “un escrache” al PSOE para la víspera de las primarias.
Moción de censura
Iglesias ha convocado una concentración el día 20 para alentar una moción de censura contra Rajoy que los tres candidatos socialistas han criticado. La moción de censura que pretende Iglesias “es para hurgar en la herida del PSOE”, ha afirmado Sánchez. En el caso de que ganara las primarias, el exlíder socialista ha dejado en el aire la posibilidad de presentarla. “Yo no soy presidente del Gobierno porque puse unas condiciones sobre la mesa que Pablo Iglesias no quiso aceptar. Otros le dieron la abstención gratis a Mariano Rajoy”. Esta es la respuesta que ha adelantado en los últimos actos a la posible pregunta de Díaz sobre si presentaría dicha moción de censura junto a Podemos.
Sin embargo, una de las cuestiones fundamentales para López es la unidad de los socialistas: es la primera tarea que tiene por delante el PSOE, según el candidato vasco, que niega a sus dos compañeros la capacidad de lograrlo. La segunda es la ausencia de claridad de ideas. López se presenta como el único capaz de unir al partido en torno a un proyecto de izquierdas.
Los tres prepararon este domingo el debate con sus respectivos equipos. López está preparado para escuchar de Sánchez que se una a él; el exlíder socialista se apartará de Podemos y la presidenta andaluza marcará distancias con el PP.