EL MUNDO – 01/04/15
· Dos gemelos de 16 años, arrestados con sus padres tras ser captados por un grupo afín al IS.
Se parecen tanto que hasta sus nombres suenan casi idénticos en árabe. Por eso, en la calle los conocen bajo un solo apodo: los Chaqui. Son gemelos, tienen 16 años y se han criado en Badalona, pero el último medio año han vivido en una madraza de Tetuán memorizando el Corán. La Guardia Civil los detuvo ayer junto a sus padres cuando estaban a punto de volver a Marruecos. Los investigadores creen que un grupúsculo yihadista los había reclutado para enviarlos a Siria y unirlos a grupos vinculados a los terroristas del denominado Estado Islámico (IS).
Bajo mandato del juez Pablo Ruz, los agentes irrumpieron de madrugada en una vivienda del arrabal obrero de Sant Antoni de Llefià, estampa prototípica de las afueras: bloques monumentales apelotonados uno detrás de otro y escenario para relatos sobre el paro, los impagos de la hipoteca y cuentas corrientes bajo mínimos. De ahí son los Chaqui, futbolistas de buen toque que militaron en más de un club de barrio en Badalona («a uno lo quería fichar el Barça», coincidieron varios testimonios) y habituales a retarse con la pelota y otros muchachos en la cancha pegada a su casa. Fue así hasta que se esfumaron antes de empezar el cuarto curso de ESO en el instituto Enric Borràs el pasado septiembre.
Según el Ministerio del Interior, los dos menores habían iniciado un «proceso de radicalización» en Marruecos, donde se habían trasladado sin sus padres. Las pesquisas apuntan a que los chicos habían sido atraídos por una red de captación yihadista que, tras su retorno previsto ayer al Magreb, los iba a conducir a Turquía. El objetivo era presuntamente que se infiltraran por ese país al norte de Siria, tomado por los radicales del IS.
Amigos de los gemelos estaban enterados de que el padre los había enviado a «un colegio» de Tetuán. «Uno había aprendido el Corán entero; al otro le faltaban tres o cuatro páginas. Dijeron que se volvían a ir para acabar con lo que estaban haciendo. Contaban que también dormían en la escuela», detalló un compañero de clase de los arrestados.
Algunos chicos aseguraron que era sabido que el hermano mayor de la familia –de origen marroquí y con cinco hijos– había fallecido en Siria. Interior reveló que se había enrolado al grupo Harakat Sham al Islam, afín al Estado Islámico. Fue abatido en 2014.
Según informó TV3, el matrimonio detenido habría contactado con los cuerpos policiales, a los que habría explicado la intención de sus hijos pequeños de imitar al hermano muerto. Para disuadirlos de tomar rumbo a Siria, los progenitores prefirieron supuestamente que se educaran en el Corán en su país de procedencia.
Los Chaquis habían regresado hace un mes al extrarradio de Barcelona y buscaban matricularse en otro instituto. La mayoría niega que hubiesen cambiado de aspecto; otros dicen que solían vestir túnicas desde su vuelta y habían endurecido el gesto. Todos repiten que el balón los apasiona: hace apenas 10 días los vieron atentos a un partido en un campo del vecindario.
El registro del domicilio se alargó unas cinco horas. La Guardia Civil revisó los ordenadores y los soportes informáticos que hallaron. Antes de llevarse a los arrestados en diferentes coches, los agentes inspeccionaron el vehículo familiar con el progenitor. Está previsto que el matrimonio declare hoy en la Audiencia Nacional, mientras que los dos adolescentes han pasado a disposición de la Fiscalía de Menores.
El ministro Jorge Fernández Díaz señaló ayer que las operaciones antiyihadistas este año han evitado que se desplacen 50 combatientes a zonas de conflicto. El Gobierno tiene contabilizados a 109 españoles en grupos yihadistas.
Aunque la prensa se focalice sobre las dos grandes organizaciones terroristas, el Estado Islámico y el Frente al Nusra, la rama local de Al Qaeda en Siria, en ese país y en Irak operan otros grupos tan radicales como ellos, pero menos numerosos y, a veces, efímeros. Harakat Sham al Islam (HSI, Movimiento Islámico del Levante) es, o mejor dicho, fue uno de ellos. A él se incorporó el hermano mayor de los dos gemelos detenidos el martes en Badalona.
HSI estaba «compuesto en un 90% de marroquíes», recuerda Fernando Reinares, investigador principal en terrorismo del Real Instituto Elcano. Por eso, cuando el Departamento de Estado lo incluyó, sólo el año pasado, en la lista de organizaciones terroristas, señaló que era un movimiento «marroquí que operaba principalmente en Siria».
Durante un tiempo, en 2013, HSI fue probablemente el que acogió al grueso de los combatientes marroquíes que llegaban a Oriente Próximo que, en total, han sido hasta ahora 1.354, según la última estimación proporcionada, la semana pasada, por la DST, la policía secreta de Marruecos. A finales del verano, EEUU ya elevaba esa cifra a entre 1.500 y 2.000. Un tercio de esos yihadistas son originarios de las provincias limítrofes de Ceuta.
HSI fue fundado en 2012 por tres marroquíes, Brahim Ben Che-kroun, Mohamed Mazouz y Ahmed Alami, capturados en Afganistán en 2001 por fuerzas especiales de EEUU y encerrados en Guantánamo hasta 2004, cuando fueron entregados al Ministerio del Interior de Rabat, que no tardó en ponerles en libertad. Ben Chekroun fue en Afganistán el ideólogo del desaparecido Grupo Islámico Combatiente Marroquí, entonces integrado en Al Qaeda. A diferencia de otros grupos, HSI concebía Siria como un lugar donde formarse para después trasladarse a luchar en Marruecos.
Ben Chekroun llegó a tener bajo sus órdenes a medio millar de hombres, pero no podía ser autónomo sobre el terreno. Por eso suscribió una estrecha alianza con el Frente al Nusra. Juntos llevaron a cabo la ofensiva de Latakia en 2013, en el noroeste de Siria. Ésa es hasta ahora la principal «hazaña» bélica de HSI. Circularon entonces por las redes sociales vídeos en los que se veía a Ben Chekroun arengar a sus milicianos antes de la batalla.
Ese mismo año, en agosto, Siria fue la tumba de Ben Chekroun y de su lugarteniente, Ahmed Alami. Ambos cayeron en combate. Solo Mazouz seguiría vivo. Aunque aún dispone de un campamento de entrenamiento, el grupo «prácticamente se ha desintegrado», asegura Reinares. El grueso de sus miembros no se incorporó al Frente al Nusra, la organización con la que tenían lazos más estrechos, sino al Estado Islámico, cuya reputación no para de crecer a ojos de los terroristas.
De ahí que sea probable que los dos hermanos gemelos de Badalona no tuvieran la intención de adherirse a un HSI casi desaparecida, sino al califato de Aboubakr el Bagdadi.