EL CORREO 14/05/13
Los simpatizantes de la izquierda abertzale concentrados desde el pasado viernes en Ondarroa para intentar impedir la detención de Urtza Alkorta anunciaron ayer que si la Ertzaintza decide arrestar a la joven –condenada a cinco años por colaboración con ETA– habrá una «batalla épica» ante la consigna de «resistir con todo utilizando la desobediencia civil». Según el colectivo, «les va a costar muchísimo porque el ‘muro popular’ va a resistir de manera pacífica».
Los participantes destacaron la importancia de «mantener la tensión reivindicativa» vivida durante el fin de semana «ante el riesgo de que el operativo policial se ponga en marcha en cualquier momento». La consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia ha afirmado que se procederá a la detención cuando «se considere oportuno operativamente».
La propia Alkorta emplazó ayer a la consejera a sumarse a la protesta «para situarse junto a quienes se oponen a las detenciones y abandonar la actitud de recibir órdenes de aquellos que quieren obstaculizar el camino hacia la paz». A juicio de la joven vizcaína, que estuvo acompañada por familiares de presos y antiguos reclusos de ETA como Kandido Zubikarai, padre del portero suplente de la Real Sociedad, «es hora de que el PNV decida entre seguir de la mano de España o apostar por las nuevas vías de pacificación».
El centenar de personas que se mantiene desde el pasado viernes en la acampada también ha recibido el respaldo de históricos de la izquierda abertzale como Loren Arkotxa y Tasio Erkizia, así como del presidente de Sortu, Hasier Arraiz. Por otra parte, el Consistorio ondarrés, dirigido por Bildu, celebró ayer un pleno extraordinario en el que se aprobó una moción en la que se exigía «la paralización de las detenciones políticas».
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, por su parte, ofreció la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil para poner fin al «desafío» que supone el retraso de la detención de Alkorta. «Cuando se ha cometido el error de no impedir una concentración arropando a la persona que debe ser detenida, la operación es más difícil, pero no imposible», aseguró.