A. Fernández-El Confidencial
Sociedad Civil Catalana, principal organización dinamizadora del ‘unionismo’ en Cataluña, ha comenzado su ofensiva para que los independentistas no copen el aniversario de los atentados
Los constitucionalistas catalanes evitarán los símbolos políticos durante los actos de conmemoración del primer aniversario de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils. Mientras los independentistas se movilizan para convertir los actos del 17-A en una imagen de protesta contra el Rey que dé la vuelta al mundo, sus oponentes políticos han comenzado a movilizarse para acudir masivamente y guardar respeto por las víctimas y sus familiares.
La principal entidad constitucionalista, Sociedad Civil Catalana (SCC), ha lanzado la consigna entre los suyos de que no acudan a los actos con simbología partidista. “No queremos que se utilicen estos actos para hacer política. De ahí que pidamos a los ciudadanos que vayan sin banderas, pancartas o cualquier simbología ideológica. Es lo más ético que podemos hacer”, señalan a El Confidencial fuentes de esta entidad, en contraste con el boicot que estudian los círculos soberanistas.
«No hay fisuras contra el terrorismo»
En sus mensajes distribuidos por foros privados, la organización constitucionalista llama a asistir a los actos: “El 17 de agosto te necesitamos. No dejemos que el nacionalismo instrumentalice el dolor de las víctimas y sus familiares”. De lo que se trata es de neutralizar, con una masiva asistencia, los actos de protesta que los independentistas quieren protagonizar para dejar en evidencia al Estado español y, como representante suyo, a Felipe VI. Todo ello, sin símbolos partidistas, que deslucirían el homenaje y podrían resultar ofensivos para víctimas y familiares. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los principales líderes de los partidos políticos de ámbito nacional estarán en Barcelona arropando al jefe del Estado «y sin fisuras contra el terrorismo».
El último político en pronunciarse públicamente en las redes sociales fue el exlíder de IU Gaspar Llamazares, que en las redes sociales aseguraba: «Tanto los que vetan la presencia del jefe del Estado como los que reprochan al Gobierno una supuesta falta de contundencia utilizan políticamente el atentado y el dolor causado».
Sin símbolos partidistas
En los mensajes de movilización que ha comenzado a enviar Sociedad Civil Catalana, se enfatiza: “El 17 de agosto acudiremos al acto convocado en memoria de las víctimas del cruel atentado de Barcelona y Cambrils ocurrido hace un año. Hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía a acompañarnos en este día en el que nos unirá el recuerdo y el respeto a las víctimas, a sus familiares y amigos”.
La organización, contrariamente a lo que pretende el independentismo, reclama una neutralidad política absoluta: “Pedimos encarecidamente no politizar el acto, acudir en silencio, sin símbolos, con recogimiento y respeto, a acompañar a las víctimas y a sus personas queridas. Un gesto unánime e inequívoco de rechazo a la violencia y al terrorismo y de compañía y afecto a los que lo sufrieron en su propia piel. Barcelona, Cambrils, Cataluña unida en el dolor y el cariño, unidos para mostrar con nuestra sola presencia que no tenemos miedo. ‘No tenim por!”. La convocatoria de esta concentración silenciosa es a las 10:30 del mismo día 17, en la plaza de Cataluña.
La organización, contrariamente a lo que pretende el sector independentista, reclama una neutralidad política absoluta en la manifestación
Además, Unión Monárquica de España (UME) ha convocado a las 10, media hora antes de los actos de homenaje, una concentración en la Rambla para apoyar al Rey el mismo día de los homenajes por el atentado. La concentración tendrá lugar junto a la fuente de Canaletas, en el extremo superior de la conocida vía, y tiene como lemas ‘Cataluña con su Rey’ y ‘Catalunya amb Felipe VI’.
Nueva denuncia de agresión
El lema elegido para movilizar a los constitucionalistas, ‘No tenemos miedo’, es el mismo que inundó hace un año las calles de Barcelona cuando se produjeron las manifestaciones de repulsa de los atentados. Sin embargo, en esta ocasión sirve también para desafiar al ambiente que en los últimos días se respira en muchos lugares de Cataluña, donde aparecen esporádicamente enfrentamientos entre procesistas y constitucionalistas, sobre todo por la ocupación de los lugares públicos con la simbología del ‘procés’.
El último incidente conocido tuvo lugar ayer mismo. El secretario de la agrupación territorial de Sociedad Civil Catalana (SCC) en Lleida, Oriol Casanovas, denunciaba ante los Mossos una agresión sufrida en esa ciudad, y solicitará las grabaciones de los hechos que han quedado registradas en dos cámaras públicas. Cuando se encontraba en la calle Major repartiendo panfletos de un restaurante, una persona «lo ha cogido por el cuello desde atrás y le ha dado una bofetada con la mano abierta en la cara» y a continuación le ha amenazado diciéndole que vaya con cuidado porque hay más gente que sabe quién es y lo que hace.
SCC ha lamentado la agresión, que considera «una consecuencia más del clima de tensión y fractura» en Cataluña, ante lo que ha apelado a la responsabilidad y la neutralidad institucional, y ha asegurado que este tipo de sucesos se elevan con acciones de los gobiernos catalanes que tratan de imponer su forma de pensar, en su opinión.