EL MUNDO – 07/04/16
· Barones, el PSOE andaluz y diputados díscolos creen que el líder socialista busca un acuerdo con ERC y DL .
· Sospechan que terminará negociando con Podemos si se levanta Ciudadanos.
El PSOE vuelve a entrar en tensión. La reunión secreta de Pedro Sánchez con el líder de ERC, Oriol Junqueras –que se conoció ayer, aunque tuvo lugar el 15 de marzo–, ha causado un importante revuelo en buena parte del partido. El PSOE de Andalucía y las direcciones del partido en Castilla-La Mancha, Aragón o Asturias, entre otras, desconfían abiertamente del secretario general y temen que pueda estar negociando su investidura con el apoyo de Democràcia i Llibertat (DL) y Esquerra Republicana (ERC). Pedro Sánchez negó ayer de forma rotunda ante personas de su confianza que hablara con Junqueras de su investidura.
Fuentes de la dirección del PSOE recalcan que Pedro Sánchez no pretende de ninguna manera ser presidente gracias a los independentistas catalanes. Y añaden que, si esa hubiera sido su intención, ya sería jefe del Ejecutivo. Tanto el portavoz de DL en el Congreso, Francesc Homs, como el de ERC, Joan Tardà, aseguraron que podrían facilitar la investidura de Sánchez con su abstención, pero sólo si éste aceptaba la celebración de un referéndum en Cataluña. Sánchez se negó en redondo.
El propio secretario general del PSOE respondió ayer molesto a los periodistas sobre su reunión con Junqueras –adelantada por La Vanguardia–. El líder socialista destacó que él y el presidente de Esquerra son «dos políticos» que no se conocían y se conocieron ese día.
Sánchez encuadró el encuentro en «la normalidad de las conversaciones de dos dirigentes de dos fuerzas políticas». «Yo digo siempre lo mismo fuera que dentro», concluyó, para dar a entender que él rechaza el referéndum independentista en público y también en privado. Fuentes socialistas añadieron que fue el líder de ERC el que solicitó el encuentro.
Su equipo añade que igual que se ha visto con Junqueras, Sánchez se ha reunido con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar; con el de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, o con la de Compromís, Mònica Oltra. La entrevista con Oltra en Valencia se trató de mantener también en secreto, pero el mismo día que se produjo se filtró a los periodistas.
La reunión con el vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía tuvo lugar el mismo día que Sánchez se vio también con el presidentecatalán, Carles Puigdemont. En ese caso, el encuentro sí fue comunicado a los periodistas.
A pesar de las explicaciones oficiales, buena parte del partido desconfía totalmente del secretario general y piensa que pretende ser presidente «como sea». Un destacado miembro del PSOE andaluz que dirige Susana Díaz aseguró ayer a este diario que «el peligro es que Sánchez puede intentar hacer lo que sea para ser presidente, porque está en juego su supervivencia política». En ese «lo que sea» incluye que ERC y DL voten a favor o se abstengan en su investidura.
El PSOE se volvió así a revolver ayer de forma importante, aunque sin llegar al incendio que se produjo en enero, cuando Sánchez cedió senadores a DL y ERC para que formaran grupos parlamentarios en la Cámara Alta. No obstante, varios presidentes regionales socialistas y diputados disconformes con Sánchez censuraron el encuentro secreto con Junqueras. Ellos temen también que detrás del mismo haya «un contenido secreto y contrario a lo aprobado» por el Comité Federal socialista, que no permite un pacto con las fuerzas independentistas.
Un presidente autonómico aseguró anoche a EL MUNDO que no le cabe «ninguna duda» de que tanto la reunión con Junqueras como la cesión de senadores tienen un único objetivo: que DL y ERC le hagan presidente «en el último minuto» y tras un «acuerdo inconfesable».
Cada vez está calando más en el partido que el acuerdo transversal con Podemos y C’s «es imposible». Para intentar compensar el creciente escepticismo, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, ha trasladado a varios diputados de su grupo que cada vez ve «más cerca una opción».
La intención del PSOE es que la reunión a tres de hoy sea la primera de una serie de encuentros que puedan acabar con la investidura de Sánchez. Sin embargo, los barones con más poder creen que la negociación puede terminar en el último momento con C’s fuera de la mesa. A partir de ese día, el PSOE mantendría encuentros con Podemos que podrían acabar con la investidura de Sánchez «en el último minuto» y gracias a los independentistas.
El primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, está manteniendo conversaciones con En Comú Podem sobre el encaje de Cataluña en España, como confirmaron desde el PSC. Eso sí, las mismas fuentes aseguran que los socialistas no van a aceptar en ningún caso el llamado derecho a decidir. Lo que sí podría ocurrir es que la consulta terminara aparcada y que ambos partidos apostaran por una reforma de la Constitución que pudiera ser ratificada por los catalanes en referéndum. Eso daría oxígeno a Sánchez para negociar con Podemos en Madrid e incluso dar pie a un hipotético apoyo de última hora de DL y ERC. Eso, al menos, piensan los críticos.
Personas destacadas del PSOE que han ocupado responsabilidades de gobierno y orgánicas se muestran también convencidas de que Sánchez maniobrará hasta el final y pulsando todos los resortes –incluidos los que expresamente ha vetado el Comité Federal– para ser investido presidente del Gobierno. La estrategia pasaría, según las fuentes consultadas, por «apartar» la cuestión catalana del acuerdo de investidura con la promesa de que se trataría simplemente de un «aplazamiento».
Las fuentes consultadas dan por hecho que el único objetivo es el de aupar a Sánchez a la Presidencia del Gobierno aunque ésta padezca desde el primer momento de una extrema debilidad.
Los críticos piensan que desde Ferraz se acunará el acuerdo con Rivera hasta el límite para que la posible ruptura con C’s se produzca bordeando la fecha última posible para la presentación de un nuevo pacto, aunque en esta ocasión será con Podemos. El tiempo es esencial para que apenas exista plazo para la reacción del propio PSOE, explican.
Varios dirigentes históricos del partido insisten en que desde el día siguiente a las elecciones, Ferraz descartó la opción de formar parte de un Gobierno constitucionalista integrado por PP, PSOE y C’s y buscó el pacto de un conglomerado de izquierdas más formaciones independentistas, en una estrategia calculada para «minar y debilitar las voluntades dentro del propio PSOE».
REACCIONES TRAS EL ENCUENTRO
Rafael Hernando.
El portavoz del PP en el Congreso advirtió ayer de la «reunión secreta» de Pedro Sánchez con Oriol Junqueras en Barcelona: «No son sólo las reuniones que usted monta, me preocupan las reuniones secretas de las que pretende obtener algunos apoyos de algunos socios», criticó el dirigente ‘popular’.
Jorge Fernández Díaz.
El ministro del Interior en funciones afirmó tras conocerse el encuentro entre ambos que «cuando una reunión de esas características se mantiene en secreto por algo es. Si no, no se mantiene en secreto».
José Manuel Villegas.
El vicesecretario general de Ciudadanos admitió que su partido desconocía la reunión y cuestionó a Pedro Sánchez por verse con quien quiere «romper España». «Esperamos que haya explicaciones sobre el contenido», añadió. En todo caso, por las informaciones que han transcendido, cree que no hubo «nada raro» ni «inapropiado».
Irene Montero.
La portavoz adjunta de Podemos en el Congreso lamentó ayer que el líder socialista se reuniera «a escondidas» con Junqueras. Pese a ello, se mostró abierta a «cualquier diálogo» que se produzca entre dos formaciones políticas. «Eso está bien y todas las fuerzas parlamentarias tenemos la obligación de dialogar», agregó.
EL MUNDO – 07/04/16