
Pedro y su impresentable
Publicaba ayer este diario una interesante información sobre el estado de la cuestión en el interior del PSOE, básicamente la que se ha dejado entrever estos días en las personas de Emiliano García-Page, Javier Lambán y Susana Díaz. Los dos primeros apoyaron a Susana en el intento de la andaluza de desbancar a Pedro Sánchez en 2017. Es de común conocimiento que el presidente del Gobierno guarda con mucho celo su cajita de cenizas y rencor hacia sus subordinados, como diría aproximadamente Joaquín Sabina, aunque haya entre sus fobias algunas curiosas indulgencias. Pongamos que hablo de Patxi López y de aquel mes de mayo de 2017 en el que Patxi, Susana y Pedro se enfrentaron en unas primarias que ganó Pedro, aunque se llevó una vara en todo lo alto del chico de Lalo López Albizu, cuando le preguntó: “Pedro, ¿sabes lo que es una nación?” y el interrogado se la definió como un sentimiento de muchos catalanes y vascos. En aquella misma intervención tuvo Patxi una consideración aún más humillante: “Me parece muy bien que si no tienes ideas te apropies de las mías”. Asombroso. Bueno, pues mientras Emiliano fue retratado como un tocacojones por Sánchez; Susana, ‘esa sí que está jodida’, Guillermo Fernández Vara, fue definido como ‘un impresentable’, que pareció aceptar de buen grado la comunicación. Resulta extraño que un tipo tan profundamente resentido como es él no haya guardado memoria alguna del agravio López.
Sánchez había tocado fondo en 2015 cuando rebajó en 20 escaños el peor resultado de los socialistas en unas elecciones generales, que fue la marca de Alfredo Pérez Rubalcaba, (110 escaños en 2011). Sánchez se fue a 90. Recordemos que Felipe González se estrenó recién legalizado, con 126 diputados. No hay razón para pensar que los dicterios y las descalificaciones de Pedro hacia la tropa se vayan a quedar ahí. ¿Se imaginan lo que puede haber dicho de Fernando Grande por parte de padre y Marlasca por la de mamá? Hasta ahora se habían referido a él la ministra de Justicia, tras pedir permiso a su novio, Baltasar, en animada conversación con el ex comisario Villarejo: “un maricón”, dijo despectivamente y con cierto retraso en el tiempo calificador, porque el hombre llevaba ya cuatro años casado con su marido, Gorka Arotz. Tengo yo para no olvidar una entrevista que hicieron en ETB al futuro ministro del Interior un tal Pradilla y la neófita Silvia Intxaurrondo que solo parecía interesada en las aficiones sexuales de Marlasca. Hay que ver.
Lambán sostiene con acierto que reactivar el debate de la alternativa a Pedro Sánchez desde dentro del partido es un imposible: “la militancia está con él, el liderazgo que ejerce es incontestable ¿y cómo vamos a debatir un liderazgo que la militancia no pone en cuestión?” Esa es la cuestión. Alguna vez tengo dicho que los únicos socialistas decentes son lo que dejaron de ser por voluntad propia o por expulsión. No hay esperanza en el interior del socialismo realmente existente. Fuera tampoco.