Santiago González, santiagonzalez.wordpress.com, 3/6/12
Pie de foto.-La quinta por la izquierda, con la cara enmarcada por un antebrazo vecino, se llama Mercedes Galdós y fue miembro del comando Nafarroa. Detenida en 1986, fue condenada a 829 años de cárcel por haber intervenido directamente en 17 asesinatos. Fue puesta en libertad en 2005, en aplicación del Código Penal de 1973.
Lo peor de ETA, ahora que no mata, es un daño de orden moral: el que causa a tanta buena gente a la que ha decepcionado, según confesión de parte. Buenas personas que confiaban en ellos, sólo así se puede explicar este sentimiento de haber sido defraudados.
Decíamos ayer, bueno, lo decía LRA, aunque lo de ayer sí es en sentido estricto: hace 24 horas, que en al acto de Guernica, los presos iban a
“pasar de la reivindicación histórica de la amnistía para todos ellos a la aceptación de la reinserción individual siempre que sea generalizada”.
Recordarán que llamábamos la atención,-yo, no LRA-, en que en la presentación del manifiesto no iba a haber presos, que, como es natural, estaban en sus cárceles, como su propio nombre indica. Esto siempre ha sido así. Florencio Domínguez explica que los debates de los presos constituyen una leyenda urbana. Yo mismo fui testigo del prodigio de la hipóstasis hace 30 años, en el Congreso del Partido Comunista de Euskadi en el que se planteó la unificación con Euskadiko Ezkerra. El sector de EE remiso a la integración hizo una apelación sentimental a los suyos leyendo una carta de los polimilis presos en Nanclares. El portavoz leyó: “…los debates que están teniendo lugar en esta misma sala…” No cabían más que dos explicaciones: la ubicuidad o la hipóstasis. Yo sabía que la ubicuidad era el don sobrenatural que caracterizaba al PNV, así que no quedaba otra que la hipóstasis.
Pues resultó que los representantes de los presos hicieron público el papel, que no decía otra cosa que lo que aquí se apuntaba ya ayer. Aceptan que sea poco, pero aministía. Y autodeterminación:
“Somos el reflejo del conflicto político y toda salida debe ir ligada a la resolución integral del mismo a la Amnistía-Autodeterminación. Poniendo las raíces del conflicto en vías de solución, liberando a todas las personas encarceladas y haciendo no haya ni una más”.
No nos entretengamos buscando la sintaxis. Sí llama la atención que ni siquiera citen con precisión el hecho inaugural, el mitin de Anoeta del 14 de noviembre de 2004, al que sitúan en 2006. Hoy, LRA explica el asunto: ‘La misma situación que en 2007‘, titula, y debe ser entendido como un título atemporal: el mismo que podría escribir en 2016, sin haber dicho en ningún momento: “me equivoqué”. La explicación de por qué lo que habíamos predicho hayer no se c¡umplió unas horas más tarde es ésta:
“La historia se repite. La izquierda abertzale, tras la ruptura de ETA de la tregua anterior en junio de 2007, tuvo que emplearse a fondo para convencer a la banda de que abandonara el terrorismo, lo que logró cuatro años después, el 20 de octubre de 2011, y a lo que contribuyó la cadena de detenciones de los dirigentes etarras más beligerantes. (…)
Se ve que en el colectivo de presos de ETA existen serias resistencias a asumir la legalidad y que la mayoría, en línea con la izquierda abertzale, ha cedido ante la minoría para evitar la ruptura. De ahí que haya surgido una resolución muy lejana a las exigencias del momento. Ha primado, como sucedió entre 2007 y 2011, el “vamos más despacio, pero vamos todos juntos”.”
Es todo impresionante. Hay otras explicaciones, claro. Por ejemplo, la de mi admirada Ángeles Escrivá. Pero sobre todo, hay mucho bleeding heart decepcionado:
LRA se sentía ayer decepcionado.
Al consejero de Interior, Rodolfo Ares, el comunicado de los presos le ha parecido decepcionante.
El portavoz del PSE, José A. Pastor, se sentía tan decepcionado como el que más.
Hace unos meses, el lehendakari se sentía muy decepcionado con la actitud de Bildu hacia las víctimas de ETA.
Iñigo Urkullu también fue un adelantado: le pareció decepcionante que Martín Garitano pasara de las víctimas.
El mismo Urkullu y Joseba Egibar ven insuficiente el plan de Interior sobre los presos. O sea, decepcionante, si es que alguna vez pudieron tener confianza en algún español.
No sé si me explico.
Santiago González, santiagonzalez.wordpress.com, 3/6/12