EDITORIAL, EL MUNDO – 22/07/14
La encuesta que una consultora de prestigio ha realizado entre los grandes empresarios catalanes revela que sólo un 4,4% está a favor de la independencia, en tanto que quienes apoyan la convocatoria de la consulta soberanista no llega ni al 27%. Son datos que revelan lo alejada que está la pretensión de la Generalitat respecto de la realidad económica catalana y de una gran parte de la sociedad.
Estos empresarios se reunieron anoche con Artur Mas para trasladarle su preocupación y pedirle que llegue a acuerdos con el Gobierno que detengan la actual escalada de tensión. Aunque la mayoría cree que el proceso aún no ha afectado a proyectos de inversión, alguna multinacional ya ha hecho saber en círculos políticos que ha congelado sus planes a la espera de acontecimientos; es decir, el desafío soberanista ya está pasando factura.
Los empresarios subrayan que la secesión tendría efectos negativos tanto para Cataluña como para el resto de España, y consideran que el apoyo de los catalanes al proceso soberanista estará, en cualquier caso, muy condicionado por la futura pertenencia de esa hipotética Cataluña independiente a la Unión Europea. De ahí que pronunciamientos tan rotundos como el de la semana pasada de Angela Merkel sean tan importantes.
También el nuevo líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, en su primera reunión con Mas, le mostró ayer su desazón por la «falta de diálogo» con el Gobierno central. Aún habrá que esperar una semana al anunciado encuentro entre Rajoy y el presidente catalán. La entrevista debería servir para distender la situación, pero el órdago del presidente de la Generalitat es de tal dimensión que deja poco margen al optimismo. Para esos días está prevista, así mismo, la reunión entre Rajoy y Pedro Sánchez, crucial para conocer qué posición tendrá el nuevo PSOE ante el desafío separatista.
Por otra parte, el anuncio de Duran Lleida de que abandonaba la secretaría general de CiU creó unas expectativas que ayer no se vieron confirmadas. Todo lo contrario. Muchos esperaban un gesto del líder de Unió que supusiera un desmarque de las tesis rupturistas. Sin embargo, Duran Lleida compareció del brazo de Mas, desvinculó su marcha del referéndum independentista y se comprometió a seguir apoyándolo en tanto que portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, cargo que seguirá manteniendo. Ni da un paso atrás, ni siquiera se hace a un lado: continúa detrás de la pancarta. Visto lo visto, hubiera sido más honroso para él haber abandonado los puestos de responsabilidad hace año y medio, cuando Unió Democràtica admitió haberse financiado ilegalmente. El líder democristiano mantuvo durante los años en que se investigó el caso Pallerols que todo era una campaña para desacreditarlo y que dimitiría si se demostraban las irregularidades.
La posición de Duran Lleida le quita credibilidad a la denominada tercera vía que él asegura defender, consistente en dar una salida pactada al pulso independentista. A la vista de los hechos, más bien parecería que él y Mas se han repartido los papeles para seguir avanzando en un camino que conduce directamente al precipicio. CiU tendría que analizar por qué en la actual tesitura, mientras ERC se frota las manos, los empresarios se las echan a la cabeza.
EL MUNDO – 22/07/14