EL CORREO, 16/1/12
Las fuerzas policiales galas identifican a Iñigo Sancho y Rubén Rivero como los terroristas arrestados junto a Jon Etxeberria
Los etarras detenidos el sábado en Francia tenían en su poder material para fabricar artefactos explosivos. En una de las dos bolsas de deporte que llevaba Jon Etxeberria Oiarbide se encontró, según la información proporcionada ayer por el Ministerio del Interior español, resina de cristal, otra industrial denominada epoxy, y el material de pirotecnia circoflex. Sin embargo, otras fuentes de la lucha antiterrorista indicaron que las sustancias encautadas son usadas habitualmente en la falsificación de documentos. Esta teoría se podría asentar en el hecho de que el terrorista portaba también encima dos tarjetas de identificación de la Guardia Civil, dos DNI falsos, un teléfono móvil sin batería y dos placas de matrículas falsas.
Etxeberria Oiarbide, de 33 años, es considerado uno de los responsables del aparato logístico de la banda en Francia, según precisaron fuentes oficiales, aunque no su máximo responsable. Desde Francia confirmaron, además, que el activista participó el 16 de marzo de 2010 en el tiroteo en que perdió la vida el gendarme Jean-Serge Nérin.
La Guardia Civil comprobó que sus huellas fueron localizadas en el interior de la furgoneta con material de ETA interceptada en el 9 de enero de 2010 en la localidad zamorana de Bermillo de Sayago y que tenía como destino la vivienda de Obidos, en Portugal, en la que la organización terrorista pretendía instalar una base logística para atentar en España.
En territorio español tiene numerosos antecedentes por violencia callejera e incluso fue condenado por la Audiencia Nacional en 1999 a cinco meses de cárcel por un ataque contra instalaciones de la Seguridad Social, aunque no ingresó en prisión. En 2001, fue capturado por la Guardia Civil en Vitoria acusado de colaborar con el ‘comando Ustargi’, un grupo que vigilaba posibles objetivos terroristas, pero salió en libertad bajo fianza y huyó a Francia.
El presunto miembro de ETA fue detectado el sábado por la tarde por agentes galos y miembros de la Guardia Civil en una estación de tren de París. La identificación fue sencilla por su corpulencia y porque era muy conocido al contar con una orden de busca y captura internacional dictada por la Audiencia Nacional desde el 6 de junio del año pasado.
Los agentes españoles y franceses arrestaron a Etxeberria al llegar a la terminal de Joigny, no lejos de la capital francesa, donde se reunión con Iñigo Sancho y Rubén Rivero, que habían llegado en un coche robado. El trío no ofreció resistencia al ser capturado, pese a que todos estaban armados con pistolas. «La operación fue fruto del control de probables lugares de movimientos y encuentros de miembros de ETA en Francia, datos obtenidos de labores de análisis y basados en la experiencia en la lucha contra la banda», señalaron desde el departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz.
Sancho y Rivero, no tenían material para artefactos explosivos, pero sí quince documentos nacionales de identidad españoles, cuatro tarjetas de la Guardia Civil, un documento portugués, otro francés, varias placas de matrículas falsas y dinero que todavía no ha sido cuantificado. A diferencia de Etxeberria, ninguno de los dos tiene pendiente causa alguna por terrorismo en la Audiencia Nacional.
Los dos pertenecen a Segi y estaban huidos desde 2010, Sancho desde mayo y Rivero desde diciembre. Este último tiene orden de búsqueda dictada en octubre de 2010 por un juzgado de Balmaseda por un presunto delito electoral.
Críticas de Batasuna
Los arrestos de produjeron 48 horas antes de que el presidente galo, Nicolas Sarkozy, reciba hoy en el Palacio Real el Toisón de Oro de manos de Don Juan Carlos por su colaboración en la lucha antiterrorista.
La izquierda abertzale pidió ayer al Gobierno del PP que no se obstine en «recetas fracasadas» y atienda «la demanda de la mayoría social vasca que le «exige» el fin de las detenciones y su estrategia represiva. La antigua Batasuna emitió un comunicado en respuesta a la detención de los tres presuntos etarras y lamentó que «en este nuevo tiempo político instalado en Euskal Herria, tras el fin definitivo de la actividad armada de ETA, la respuesta de Madrid y París siga siendo más represión, más bloqueo, dando la espalda a la mayoría social y política vasca que demanda soluciones urgentes en clave de proceso».
EL CORREO, 16/1/12