LA RAZÓN, 21/3/12
MADRID- Las palabras expresadas por Idoia Mendizabal, Jon Kepa Preciado y Jon González durante el juicio que se celebró ayer en la Audiencia Nacional no reflejaron en ningún momento ni un atisbo de arrepentimiento o remordimiento por el atentado que hirió a seis personas hace diez años. Por el contrario, cada uno de ellos manifestó su «orgullo» por pertenecer a ETA.
Los tres se sentaron en el banquillo por el atentado con coche-bomba que se produjo el 22 de junio de 2002 en Santander. Mendizabal podría enfrentarse a una pena de 26 años, mientras que Preciado y González, a una condena de 20 años. Durante la celebración del juicio, Idoia Mendizabal afirmó que «soy militante de ETA y estoy orgullosa de serlo», en euskera y nada más comenzar la vista oral. Jon Kepa Preciado pronunció el lema etarra «Jo ta ke independentzia eta sozialismoa lortu arte», que significa «dale duro hasta conseguir la independencia y el socialismo». Jon González, más prudente, se abstuvo de utilizar cualquier consigna etarra y se limitó a no reconocer la legitimidad del tribunal, y a negar su implicación en el atentado.
El fiscal sostiene que fue Mendizabal quién, en colaboración con Egoitz Gurrutxaga y Hodei Galarraga –ya fallecidos–, se encargó de preparar el coche-bomba que iba cargado con 30 kilos de explosivos. Preciado y González serían a su vez quienes, bajo las órdenes de Mendizabal, realizaron una llamada al diario «Gara» y al centro de ayuda en carretera DYA para avisar de la colocación del artefacto en Santander.
LA RAZÓN, 21/3/12