- Imaginemos si este circo corrupto global ocurre en tiempos de Aznar. Los sindicatos convocando huelga general, las calles incendiadas y con movilizaciones permanentes. Ahora no pasa nada y, según Sánchez y sus ministros, la culpa es del PP. Pero la UCO funciona
Sánchez tenía agriado el semblante cuando se disculpó ante los españoles. Y nos mintió; sigue considerándonos tontos. Afirmó estar sorprendido, pero no es creíble que ignorase lo que hacían sus consiglieri Ábalos y Cerdán. Por lo que se sabe, y más que se sabrá, lo conocía. No mucho antes había escrito: «Mi solidaridad con Santos Cerdán y su familia. El acoso de ultraderechistas disfrazados de periodistas no tiene cabida en una democracia. Esto no va de partidos, va de derechos. Un abrazo». Ahora se lo quitó de encima. Que nadie a su alrededor se confíe.
Sánchez es un resistente. Ya lo proclamó en Manual de resistencia, escrito por Irene Lozano, que nos cuenta que lo primero que hizo en Moncloa fue cambiar el colchón; seguir durmiendo en él es su principal empeño. En el capítulo Las primarias de la militancia las considera un gran avance; ahora sabemos que fueron un pucherazo. «Cuando no te vean mete las dos papeletas», le dice Cerdán a Koldo.
Y aquí quedan unas palabras de Sánchez a Rajoy en la moción de censura, amparada en una sentencia manipulada, como luego declaró el Tribunal Supremo: «Dimita, señor Rajoy, o va a continuar aferrado al cargo debilitando la democracia y debilitando y devaluando la calidad institucional de la presidencia del Gobierno, (…) quienes dijeron que venían a regenerar la vida democrática de este país. Su soledad, señor Rajoy, constituye el epitafio de un tiempo político, el suyo, que ya se ha terminado. (…) Encabezaré un Gobierno garante de la estabilidad presupuestaria y económica (…) que cumplirá y hará cumplir la Constitución (…), que hará del diálogo su forma de hacer política con todas y cada una de las fuerzas parlamentarias, con todos y cada uno de los gobiernos autonómicos». Nada menos.
La cita de Sánchez es larga, pero merece recordarse. Incumplió esa ristra de promesas y más. Revela que las mentiras del presidente, a mi juicio patológicas, vienen de lejos. Y en ese pleno intervino Ábalos, como portavoz socialista, para asegurar la honorabilidad y la lucha contra la corrupción del futuro Gobierno de Sánchez. Tal cual.
Ahora ha caído Santos Cerdán y del célebre periplo del Peugeot solo Sánchez no está imputado. Acaso habría que buscar en aquel viaje el inicio de la supuesta «organización criminal» a que se refiere el juez. Koldo, como otros de la trama, se encargó de grabarlo todo; garantía de seguridad si llegaba el caso. Y llegó. No se sabe lo que piensan los ministros, sólo lo que declaran. Hay quien tiene ya las manos en la unidad de quemados, como la sutil Marisu Montero. Otros viven el temor de la llamada a su puerta. Leire Díez, la fontanera de pocas luces, lleva escoltas de Marlaska, siempre atento. Aldama va solo.
Tras las últimas filtraciones ha habido intervenciones extravagantes. La más impresentable la de Gabriel Rufián, acorde con su apellido. Dijo que había leído completo el auto judicial del magistrado Puente, lo que no se cree ni él. Y atacó al magistrado acusándole de llevar «25 años al servicio del PP». Disparates así le otorgan la condición de estrambótico. Anunció hace años que abandonaría el Congreso; «España no es mi país». Sus padres son de Jaén y de Granada. No tiene ni un apellido catalán. Permanece en el Congreso porque debe resultar duro volver a descargar cajas. Y Baldoví, conocido como antiguo maestro de danza, resaltó la corrupción en tiempos de Rajoy que justificó la moción de censura. Falso, claro. Cree artículo de fe la sentencia manipulada. En España el PSOE es el único partido condenado como tal por corrupción.
Imaginemos si este circo corrupto global ocurre en tiempos de Aznar. Los sindicatos convocando huelga general, las calles incendiadas y con movilizaciones permanentes. Ahora no pasa nada y, según Sánchez y sus ministros, la culpa es del PP. Pero la UCO funciona y, gracias a las decisiones profesionales de los jueces, podemos saber la verdad. Se cae «UCO patriótica» para permanecer UCO eficaz.
Me pregunto qué harán los huérfanos del sanchismo cuando Sánchez desaparezca de la escena política. Especialmente esos periodistas que hasta anteayer defendían a Santos Cerdán como antes defendieron lo que convenía a Moncloa o a Ferraz. No debemos engañarnos, aún queda mucha tela por cortar y muchos informes por conocer; me aseguran que al menos media docena. ¿Cómo se reciclarán esos huérfanos? Nada me sorprenderá. Otra incógnita es qué hará Sánchez. Hasta ahora sus cortafuegos van desactivándose. Lo mismo vuela a la República Dominicana y el Falcón vuelve vacío.