Ningún podemita tiene autoridad moral para hablar de machismo. Su Amado Líder es el que ha dicho que a una periodista crítica «la azotaría hasta que sangrase» y parodiando horriblemente una canción de Krahe, va y se la compara con la de Rivera. El rival del Amado Líder, o sea, Errejón, se fotografió con el rapero Gangsta, que decía: «Yo por este hombre no me mojo, me empapo». Pero el lubricado creador aborda así el maltrato a las mujeres: «Tus ojos de puta guarra piden bofetón». Como la actividad intelectual podemita oscila entre el tuit y el selfie, también hemos visto a Monedero abrazado a otro rapero condenado por apología del terrorismo. No extraña, pues, que la paliza de 50 proetarras en Alsasua a dos guardia civiles y sus novias suscitara escasa reprobación en el partido de Alfon. Y va Echenique y dice que «ofende a la inteligencia pensar que Podemos no condena la agresión». No: lo que ofende a la inteligencia y a la sensibilidad más roma es que un defraudador a la Seguridad Social cante lo de «chúpame la minga Dominga», aplaudido por Pablenin, sus pablinenes y sus pablinenas, bastante beodos. No sé si estaba Montero.
Ya comentamos el debut como reportera en La Tuerka de Rita Maestre, hablando de «las miradas lujuriosas de Pablo». «Miradas lujuriosas, las que tú provocas, Rita», decía tontilón el entonces novio de Tania Sánchez. Pero lo hacía en la Ispan TV de Irán, régimen que ahorca homosexuales –el Che y Fidel, ídolos podemitas, los enviaban a los campos de concentración de la UMAP– y lapida mujeres violadas llamándolas adúlteras. ¿Cómo se atreven a hablar de machismo los floreros de una televisión islámica?