EL MUNDO – 10/02/15
· El choque contra la Troika hace caer a las Bolsas europeas y subir la prima de riesgo.
El desafío de Alexis Tsipras a la Troika no ha pasado desapercibido para los mercados. El primer ministro griego ratificó su programa de gobierno el pasado domingo, en una alocución parlamentaria con un objetivo claro: acabar con la austeridad. No parece recular, poniendo a su país en confrontación directa con una parte de sus socios comunitarios y con el BCE, partidarios de que Grecia cumpla con sus compromisos.
Ese choque de trenes parece haber puesto a la defensiva a los inversores. Ayer fue un día malo para la Bolsa europea, en especial para la griega. El principal índice heleno se contrajo un 4,75%. Las cuatro principales entidades bancarias del país sufrieron duramente el golpe. Todas cayeron por encima del 6. El Banco del Pireo se llevó la peor parte, dejándose un 14%. La prima de riesgo de Grecia en el mercado secundario también se resintió, cerrando en 1.083 puntos básicos tras haber abierto en 981.
El efecto del discurso de Tsipras pareció contagiarse a Europa. El DAX alemán perdió un 1,7%, el FTSE italiano se contrajo un 1,9%, el IBEX 35 español cayó un 2% y el Euro Stoxx un 1,5%. La delicada situación que afrontará la Eurozona en la próxima semana de negociación con Atenas parece haber provocado también la toma de precauciones políticas. El primer ministro británico, David Cameron, reunió ayer a varios altos cargos del Ministerio de Finanzas de las islas y del Banco de Inglaterra para elaborar una hoja de ruta ante una eventual salida de Grecia del euro.
Retomaron un plan elaborado en 2012 que prevé medidas para que los bancos y empresas no se vean perjudicados en demasía: «Debemos estar preparados con respecto a las incertidumbres de los mercados financieros. Hay riesgo de contagio y es importante estudiarlo», explicó el portavoz del primer ministro.
Mientras tanto, en Atenas, el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, tomó el testigo de Tsipras en el debate parlamentario del programa de la izquierda radical, que concluirá esta noche con una votación de confianza. «No vamos a hacer trizas nuestros planes», reiteró el líder de la cartera más importante del Gabinete.
«Es hora de que las cosas que se decían detrás de micrófonos silenciados se digan alto los debates europeos formales. Incluso la Troika admite que el programa no funciona, pero dicen otra cosa en público», reclamó Varufakis.
Matizó sus palabras reconociendo que el 70% del pacto de reformas heleno es válido y será incluido en el programa puente que Atenas presentará al Eurogrupo mañana. Su intención es que los socios comunitarios aprueben ese pacto provisional y ganar así tres o cuatro meses de tiempo para renegociar la deuda y un nuevo compromiso permanente. Grecia prevé no tener problemas de liquidez hasta el verano. El Gobierno de Tsipras está decidido a rechazar la extensión del actual memorando de entendimiento con sus acreedores, que finaliza el 28 de febrero.
Los medios helenos continuaron filtrando ayer parte de ese plan puente. Atenas pretende reemplazar el 30% del programa de austeridad que considera «tóxico» con un compendio de reformas que serán presentadas a los ministros de Economía de la Eurozona. Todos los medios coinciden en que Grecia se comprometerá a conseguir un superávit primario –previo al pago de intereses de la deuda- del 1,5% del PIB, en lugar del 3% del PIB acordado según el pacto actual.
Grecia podría pretender también pedir permiso al BCE para emitir letras del tesoro por valor de 8.000 millones de euros para financiarse todos estos meses, en sustitución de los 7.200 millones de euros restantes de los rescates, que han sido rechazados. Los izquierdistas podrían pedir la mediación de la OCDE en las negociaciones.
Las propuestas del Gobierno fueron criticadas por los grupos de la oposición. Se encontraron, eso sí, con una cierta apertura de la Nueva Democracia del ex primer ministro Samaras. Los conservadores dijeron apoyar «un esfuerzo nacional por un acuerdo beneficioso».
«Es del interés de todos llegar a una solución», dijo ayer el primer ministro en el marco de un viaje oficial a Viena para entrevistarse con el canciller austriaco, Werner Faymann. «Hasta ahora no hemos escuchado una alternativa viable a lo que nosotros proponemos. No hay razón para que no haya un acuerdo, aparte de las razones políticas», criticó.
Parece contar con el primer ministro griego apoyo del líder austriaco. Faymann reclamó ayer que Europa respete a Grecia considerando sus propuestas, aunque subrayó que el país debe cumplir con sus compromisos. Tsipras no ceja en su empeño de encontrar aliados a lo largo del continente.
EL MUNDO – 10/02/15