EL MUNDO – 08/07/16
· García-Page advierte de que el partido corre el riesgo de fractura, tras la propuesta de Armengol e Iceta de llegar a acuerdos de gobierno con Podemos.
· La situación del PSOE es frágil y delicada. Tanto que cualquier leve temblor de tierra puede provocar un terremoto.
Y más en vísperas de un Comité Federal como el del sábado, que llega tras el peor resultado electoral de la Historia, con una gran parte de los dirigentes esperando al congreso federal para tratar de apartar a Pedro Sánchez y antes de una de las decisiones más difíciles del PSOE: facilitar o no un Gobierno en minoría de Mariano Rajoy.
Después de que la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, plantearan la posibilidad de que Sánchez busque un acuerdo con Podemos y otros partidos si Rajoy fracasa, otros barones cargaron contra ellos y advirtieron de una posible «fractura» del PSOE.
El PSOE vivió ayer un enfrentamiento abierto entre barones, con descalificaciones personales, cargadas de ironía, incluidas. Mientras tanto, Pedro Sánchez permanece escondido en Ferraz –no comparece públicamente desde la noche del 26 de junio– y la dirección no quiso ni descartar, ni confirmar nada, aunque fuentes de Ferraz aseguran que Sánchez no intentará ser presidente esta vez, como sí hizo en febrero. Sin embargo, los barones con más peso cada vez desconfían más del secretario general.
La caja de los truenos la destapó la presidenta del Gobierno de Baleares, Francina Armengol, al animar el miércoles a Sánchez –en privado primero y en público después– a intentar «formar otra mayoría de cambio» en el caso de que Mariano Rajoy no sea capaz de conseguir los votos suficientes para ser investido.
Armengol rechazó votar sí o abstenerse ante ningún candidato del PP «ni ahora ni durante ni antes ni después». Tras ella, Miquel Iceta también aseguró que el PSOE no debe apoyar ni abstenerse ante Rajoy. Y, en el caso de que el presidente en funciones fracase, «el PSOE no se cruzará de brazos», sin descartar que Sánchez vuelva a intentar su investidura, porque eso es «lo normal en cualquier democracia», dijo. En las tesis de Armengol e Iceta está también, al menos, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca.
La respuesta, ayer, no se hizo esperar. Abrió primero fuego desde La Sexta el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. El barón castellano advirtió a Armengol e Iceta que «como sigamos por este camino y con este tipo de comentarios, vamos a terminar desafectando a la mayoría de los ciudadanía».
En su opinión, el PSOE no puede plantearse «hacer descansar la gobernabilidad del país en los independentistas» como, a su juicio, pretende la jefa del Consell de Baleares. «Esto no lo vamos a discutir tantas veces como para que terminemos fracturando al PSOE», añadió Page en términos de advertencia.
Las palabras de Armengol e Iceta han despertado las alarmas en varias direcciones territoriales, que ahora sospechan que Sánchez podría tener previsto intentar la investidura en el caso de que Rajoy no salga elegido ni en la primera ni en la segunda votación. Medio PSOE ya no confía en Sánchez.
Ferraz no descarta absolutamente que el secretario general vaya a dar este paso. Pero casi todas las fuentes de la dirección dan por cegada esa posibilidad ya que los números no dan. Además, el PP supera ahora al PSOE en 52 escaños. Los pocos miembros de la Ejecutiva que son partidarios de que Sánchez intente ser presidente, todos muy próximos a él, aseguran en privado que están en minoría.
Con un tono duro contra Armengol, el presidente de Aragón, Javier Lambán, le respondió con ironía y dijo que las palabras de la jefa del Ejecutivo balear son «producto de la tramontana, que en determinadas épocas del año altera las mentes».
Lambán, que es presidente gracias a un pacto con Podemos y los nacionalistas de la Chunta, sentenció ayer que el PSOE «debe reconstruirse en la oposición». Y apoyó las mismas tesis que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, a la que siempre se muestra cercano.
En un tono mucho más conciliador, la presidenta balear insistió ayer en un desayuno informativo en Madrid en su tesis. Y añadió que sería «razonable» que el PSOE hiciera una consulta a la militancia para saber si apuesta por intentar un gobierno alternativo liderado por los socialistas. «Hace muy poquito ya se sometió a la voz y al voto de la militancia el acuerdo con Ciudadanos; veo razonable que los militantes sigan opinando sobre futuras decisiones que tenemos que tomar», dijo.
El Comité Federal puede ser el sábado más conflictivo de lo que se esperaba. El dirigente de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias defenderá en el cónclave que Sánchez trate de ser presidente. «El PSOE tiene la obligación y la responsabilidad de hacer valer el no a un Gobierno del PP, y ese no, que lleva implícito no contribuir a la investidura de Rajoy mediante una abstención, debe ser un no activo, moverse en alguna dirección para hacer valer una alternativa si Rajoy no consigue ser investido», aseguró ayer.
EL MUNDO – 08/07/16