ABC 01/04/15
· «Yassin, queremos unirnos contigo en el Paraíso», escribieron como tributo a su hermano muerto en Siria los menores detenidos ayer en Badalona
Desde la página 1 El Servicio de Información de la Guardia Civil ha impedido que dos gemelos, de 16 años, viajaran a Siria para hacer la «guerra santa» en las filas del Estado Islámico (EI). Lo más espantoso en este caso es que fueron sus padres los que entraron en contacto con las redes de captación de muyahidines para preparar su partida, aunque en su proceso de radicalización también jugó un papel importante una madrasa de Tetuán (Marruecos) a la que les enviaron sus progenitores y la idealización de la muerte de un hermano mayor en combate contra las tropas de Bashar Al Assad en 2014.
Múltiples vías El foco de radicalización de los menores era múltiple: su propia familia, la madrasa de Tetuán a la que fueron llevados en septiembre y el ejemplo de su hermano, muerto en combate en Siria en 2014
Iban a irse ayer mismo En la familia había nerviosismo porque el viaje era inminente. Para abortarlo, el Servicio de Información de la Guardia Civil alertó para proceder a las detenciones
Los cuatro fueron detenidos en la madrugada de ayer en su vivienda de avenida América número 11 de Badalona (Barcelona) y hoy mismo pasarán a disposición del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. «Eran muchas las vías por las que se había inoculado odio a estos chicos», aseguran las fuentes consultadas, que destacan además que «cada vez son más los menores que toman este tipo de decisiones influenciados por adultos.
Los hermanos Atanji habían pasado una infancia relativamente normal en Badalona, donde su padre se ganaba la vida con las pequeñas obras que le salían mientras que la madre se ocupaba sobre todo de las tareas del hogar. Precisamente esta mujer era el miembro más radicalizado de la familia, que desde hacía meses había llamado poderosamente la atención del Instituto Armado por ser un foco yihadista «potencialmente conflictivo».
Los jóvenes habían viajado en septiembre del pasado año a Tetuán para continuar sus estudios coránicos en una madrasa. Hasta ese momento eran chicos normales, con amigos en su barrio de Llefià de Badalona con los que de forma habitual hacían deporte en el polideportivo de la zona.
Cambio radical: chilabas
A su regreso, sin embargo, todo había cambiado. Rehuían a sus antiguas amistades, cambiaron la vestimenta occidental por chilabas y, sobre todo, se mostraban mucho más herméticos y poco sociables. Además, en algunos momentos, aunque de forma discontinua, tenían mucha actividad en las redes sociales en donde llegaron a escribir mensajes como «Yassin, queremos unirnos contigo en el Paraíso», en referencia a su hermano muerto en una acción terrorista en Siria cuando estaba enrolado en las filas de Harakat Sham al Islam, de la órbita del Estado Islámico y que actúa sobre todo en los frentes de Alepo y Lakatia. De hecho, este individuo se había convertido en un referente para toda la familia, que creía que era un mártir cuando en realidad se trataba de un simple terrorista.
Hace menos de un mes, los dos gemelos Atanji regresaron de Tetuán y debían reincorporarse después de Semana Santa al Instituto de Enseñanza Secundaria Enric Borrás de Santa Coloma de Gramanet, en Barcelona. Para entonces, según las fuentes de la investigación consultadas, su proceso de radicalización era irreversible y la decisión de viajar a hacer la «guerra santa» estaba tomada. Al contrario que otras veces, esta vez los mayores facilitadores de esta locura eran los propios padres, que incluso hablaban por teléfono con un individuo de Marruecos que era el que iba a organizar el viaje a sus hijos. Los contactos, además, eran a través de internet, si bien siempre adoptaban medidas de seguridad y utilizaban un lenguaje críptico.
Nerviosismo ante el viaje
Los últimos días el nerviosismo en el seno familiar era aún mayor ante la inminencia del viaje. Precisamente esta circunstancia decidió a los responsables del Servicio de Información
de la Guardia Civil a actuar de inmediato y evitar así cualquier posibilidad de que los gemelos y sus padres pudieran lograr su objetivo.
No está claro cómo pensaban llegar hasta Siria. Estaba la posibilidad de viajar en autobús hasta el sur de la Península y desde allí hacer el salto hasta Marruecos, para volar luego a Estambul, pero en las últimas horas también miraron las tarifas y los horarios de los aviones que despegan de la Ciudad Condal hasta la capital turca. Allí serían recogidos por pasadores con los que cruzarían la frontera y luego serían llevados hasta el frente. Lo que sí está claro es que querían aprovechar los muchísimos desplazamientos de este periodo de vacaciones para pasar inadvertidos.
Investigación en Marruecos
No se descarta que ambos se uniesen, como ha sido habitual hasta ahora en el caso de ciudadanos marroquíes, a las filas de Harakat Sham al Islam, que lucha sobre todo en Lakatia y Alepo, pero tampoco se descarta que lo hicieran directamente al Estado Islámico. Se trata de una parte de la investigación que aún está en marcha, al igual que todo lo que se refiere a la red de captación con la que los menores y sus padres entraron en contacto en Marruecos. Se tiene el teléfono de uno de estos individuos y se analiza además todo lo que se refiere a la madrasa en la que estudiaron los gemelos. «Se trata de desmantelar esa red de captación con la ayuda de las autoridades marroquíes», dicen las fuentes.
Los padres pasarán hoy a disposición del juez de la Audiencia Nacional Pedro Ruz, en tanto que los gemelos lo harán ante la Fiscalía y el Juzgado Central de Menores.
Los expertos consultados por ABC alertan de que el número de menores captados por las redes yihadistas controladas por adultos para que se unan a la «guerra santa» aumenta de forma importante porque se trata de personas especialmente vulnerables.