EL MUNDO 14/06/13
PNV y PSE acusan a Navarro de buscar el origen de los problemas de Cataluña en Euskadi y PP le recuerda que no es un privilegio
Los partidos vascos se unieron ayer por primera vez en mucho tiempo. Lo hicieron sin fisuras. Nacionalistas y no nacionalistas, derecha e izquierda, Gobierno y oposición. Todos saltando como un resorte, y no sin malestar, ante la última voz que ha cuestionado la pervivencia del Concierto Económico vasco, la piedra angular del autogobierno y de su solvencia económica.
Las palabras de Pere Navarro instando a una reforma de la Constitución para derogar los artículos que sustentan el Concierto vasco y navarro, a las que luego se sumaron otros líderes socialistas, molestaron especialmente en las filas del PNV. Ni el partido, ni el Gobierno que lidera, salían de su asombro. «Tradicionalmente los ataques frontales al autogobierno vasco han procedido del centralismo más irredento, pero nunca podíamos imaginarnos que podría proceder de una formación como el PSC», aseguró el portavoz del Ejecutivo Urkullu, Josu Erkoreka.
Hasta ayer, los nacionalistas veían en el PSC a una formación con una larga trayectoria en la defensa del «autogobierno de los pueblos e incluso del derecho a decidir de las naciones sin estado», recordaba Erkoreka.
El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, afirmó que pedir la eliminación del Cupo «es de una ignorancia tremenda». Le recordó a Navarro que este sistema supone «una mínima parte de la devolución de la soberanía de los fueros vascos que fueron suprimidos por la fuerza».
Quienes tampoco salían de su asombro fueron sus compañeros de partido. El secretario general del PSE y ex lehendakari, Patxi López, reiteró que el Concierto «no está en cuestión». El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, fue más duro con Navarro, al que acusó de «buscar enemigos fuera» y le invitó a trabajar para resolver «los graves problemas económicos, sociales y de convivencia que sufre Cataluña en lugar de desviar la atención». Unas dificultades, apuntó, que no son responsabilidad de Euskadi: «Los problemas de Cataluña están en Cataluña, no en el País Vasco».
En el PP, su portavoz en el Parlamento vasco, Borja Sémper, consideró «intolerable» que se quiera utilizar el Concierto «para saldar problemas internos del PSOE». Sémper matizó que no se trata de un privilegio y reprochó que se quiera perjudicar «la imagen de los vascos como si fueran una especie de caraduras que viven del cuento». UPyD fue la única formación que respaldó las manifestaciones del líder del PSC.