Los políticos están de broma

RAFAEL MOYANO – EL MUNDO – 20/08/16

· Podemos hacer chascarrillos y memes sobre la eventualidad de celebrar unas elecciones en Navidad, Año Nuevo o en el día de Reyes. Valorar si, veinte días después de que el Rey propusiera a Rajoy como candidato, convocar la sesión de investidura en la primera semana de septiembre, es un dardo envenenado dirigido al «no es no» de Sánchez.

Discutir que Rajoy está jugando con los tiempos o que todo es fruto de su afición al «dejar hacer, dejar pasar». Considerar que Rivera juega con su posición de «pieza clave pero que no suma» para ser la esencia del hombre con responsabilidad de estado o es que realmente se lo cree. O incluso pensar que Iglesias reaparece con su frente de izquierdas para intentar pescar en un río que nunca ha dejado de estar revuelto pero en el que a él no le dejan bañarse desde las últimas elecciones.

La única realidad es que, nueve meses después de las elecciones, nos encontramos ante una situación esperpéntica, la de elegir a un presidente que a día de hoy no tiene votos ni para la mayoría simple o celebrar elecciones en una fecha inaudita, si no imposible. Una broma

Nueve meses después, ayer por fin se firmó algo –un pacto anticorrupción que se podría haber rubricado hace nueve meses– y se inició la negociación de un acuerdo de investidura. Son las segundas conversaciones en las que participa Ciudadanos, hoy con el PP y en la anterior minilegislatura, con el PSOE. Antes no sumaban, les hacía falta Podemos.

Ahora tampoco, necesitan las abstención socialista. Sánchez se ha ido a Ibiza para volver a decir que no, pese a que el calendario y la Constitución le conducen a convertirse en el avaro y desagradable anciano Scrooge del Cuento de Navidad de Dickens, el que nos va a amargar a todos las fiestas con unos nuevos comicios. Por si hay dudas de a quien se le va a echar la culpa, un tuit de García-Albiol: «A ver si Sánchez tiene narices de enviar a 36 millones de españoles a repetir elecciones en Navidad».

Una broma y la constatación de que tantos años de democracia no han preparado a nuestros políticos para asimilar una de sus esencias, la negociación. Es culpa de todos, nuevos y antiguos. De los que representan a los dos grandes partidos por no saber adaptarse a la nueva realidad, actitud más desconcertante en un PSOE con una dirección más renovada que la del PP.

De Podemos, que se vino arriba con los resultados del 20-D y quiso ser más monolítico que los partidos a los que contribuyó a destronar. Y en menor medida de Ciudadanos, circunstancias obligan, que ha asumido su papel de partido bisagra no decisivo, peligroso para su futuro pero que también puede rentabilizar. Aún estamos a tiempo. Por si acaso, feliz Navidad.

RAFAEL MOYANO – EL MUNDO – 20/08/16