Se habla mucho de la corrupción, las comisiones y las ansias desmedidas de poder en nuestros representantes públicos, pero yo me he convencido de que la verdadera y secreta tentación de los políticos es salir en el ‘¡Hola!’. El pionero de esta moda inquietante fue Borja Sémper, que acabó dejando el Parlamento vasco y la presidencia del PP guipuzcoano porque lo suyo era lucir su media barba en el cuché de la mano de la actriz Bárbara Goenaga y que ahora ha vuelto a la política como fichaje guay de Núñez Feijóo. La última víctima en caer en las garras de esa cardíaca revista ha sido Mikel Lezama, otro miembro del PP guipuzcoano (¡ya es casualidad!) que se ha prendado sentimentalmente de la periodista de la prensa rosa y exconcursante de ‘Supervivientes’ Alexia Rivas. Lezama es concejal de San Sebastián, candidato a diputado general y segundo en la cúpula de su partido en esa provincia, pero entre sus compañeros existe una justificada preocupación porque el hombre ha andado desaparecido durante un tiempo y se sospecha que, más que en el País Vasco, tiene puestos en Madrid el corazón, la cabeza… y los pies.

No son los únicos casos. Entre uno y otro, esa revista se ha empleado a fondo con toda la dirección de Ciudadanos: tanto con el Albert Rivera enamorado de la cantante Malú como con Begoña Villacís e Inés Arrimadas, que cultivan un ‘look’ afro de solárium intensivo y de ojos náufragos en el rímel que de manera progresiva las ha ido convirtiendo en las gemelas de ‘El resplandor’ en versión chocolatina. En realidad Villacís y Arrimadas no tienen muy claro si quieren ser Malú o Meghan Markle. En eso reside su dilema hamletiano que, una vez trasladado al circo político, se ha traducido en el caso de la primera en ‘ser o no ser del PP’ en los momentos más críticos, o más verdes de la formación naranja, y en el caso de la segunda en ‘mandar o no mandar’ en el partido ‘de forma oficial o de tapadillo’.

Sí. Ya es una evidencia ante la que no podemos cerrar los ojos ni permanecer pasivos. La revista ‘¡Hola!’ está ocasionando auténticos estragos en el constitucionalismo español. Es un peligroso caballo de Troya detrás del cual pueden encontrarse parapetados Putin, Soros, Bill Gates, o acaso los tres juntos, con el objetivo de pulverizar los últimos iconos del patriotismo constitucional. Prueba de ello es que ni se han dignado a hacerse eco de la ruptura matrimonial de Gabriel Rufián pese a que Mireia Varela, su ex, ha escrito poemas desgarradores y ha llorado lo que no está escrito en Instagram. Mireia, que es filóloga y modelo de ropa interior, lo ha dado todo en las redes sociales. Pero el ‘¡Hola!’ no le ha dicho ni ‘hola’. ¡Así cómo queremos que haya en este país igualdad!