EL CORREO 07/08/13
· Los internos se muestran dispuestos a asumir salidas individuales, pero lo vinculan al cese de la dispersión.
Los presos de ETA aceptarán en otoño las recomendaciones del ‘foro social’ como «marco de trabajo» para intentar avanzar hacia su futura excarcelación y el desbloqueo del proceso de paz. Los reclusos se adherirán a las propuestas que salieron de las jornadas organizadas por Lokarri pero «en su globalidad», según fuentes próximas a los reclusos. Los internos se abren así a reconocer el daño causado por la violencia y a aceptar las condiciones de la legalidad de cara a futuras salidas individualizadas. Eso sí, vincularán esos dos pasos a una reclamación del final de las leyes penitenciarias «excepcionales» del Estado, como la dispersión o el mantenimiento en prisión de los reclusos enfermos. Además, insistirán en el carácter «colectivo» de las futuras excarcelaciones aunque éstas se materialicen, como marca la legalidad, de forma individual.
El Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK en sus siglas en euskera) lleva varias semanas analizando las doce recomendaciones presentadas el pasado 27 de mayo, en especial las que les atañen, que van de la cuarta a la séptima. Un análisis que concluirá tras el verano con un pronunciamiento público de los reclusos, en los que aceptarán trabajar sobre esos doce puntos.
La mayor parte de los 600 presos están de acuerdo en asumir las recomendaciones del Foro Social. Las sugerencias de este organismo que busca reactivar un proceso de paz son consideradas por los internos como «un campo de juego» a partir del cual se puede trabajar para avanzar. La recomendación más destacada es la que recoge la necesidad de que los presos «reconozcan el daño causado como consecuencia de su actuación». Esta sugerencia sería aceptada pero nunca, según las fuentes consultadas, «en clave de arrepentimiento o humillación», como entienden que se exige en la ley 7/2003, que regula el cumplimiento íntegro de las penas.
La segunda recomendación clave, en la que también trabaja el mundo de Sortu, es la necesidad de que los presos sean excarcelados –«reintegrados en la sociedad», según el lenguaje del ‘foro social’– de forma individual y utilizando los mecanismos legales. El EPPK aceptará las salidas individuales pero siempre en el marco de una decisión «colectiva», que buscaría evitar que cada recluso actúe por su cuenta al margen del grupo.
Evitar fisuras internas
El EPPK y la propia izquierda abertzale quieren evitar a toda costa fisuras internas a la hora de abordar la excarcelación de los reclusos y apuestan por un proceso que, aunque avance a menor ritmo, concluya con una solución global para todo el colectivo de reclusos. La tarea no es sencilla por la existencia de sectores internos que «no han digerido todavía» la apuesta por vías exclusivamente políticas y, sobre todo, la ausencia de «reciprocidad» por parte del Estado español, sobre todo en materia penitenciaria.
Es por ello que la izquierda abertzale lleva tiempo inmersa en una campaña de pedagogía interna en las cárceles. En este sentido, el mundo de Sortu y los propios presos miran con interés a la segunda quincena de septiembre. En esos días es probable que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dicte sentencia sobre el recurso presentado por el Estado en favor de la aplicación a los presos de la doctrina Parot, que alarga la estancia en prisión de los condenados a largas penas, mediante un nuevo cómputo de los beneficios carcelarios.
La antigua Batasuna cree que un fallo contrario a la ‘doctrina Parot’, además de mejorar notablemente la situación penitenciaria de varias decenas de reclusos, supondrá un espaldarazo interno para despejar los recelos de los sectores internos más contrarios a dar pasos. Al mismo tiempo, favorecerá las posiciones más posibilistas en el seno del colectivo de reclusos, principalmente las de los dirigentes políticos de la izquierda abertzale.
EL CORREO 07/08/13