EL PAÍS, 3/6/12
- Los reclusos piden que desaparezca “todo impedimento” a su excarcelación
- DESCARGABLE Declaración del colectivo de presos de ETA
El Colectivo de Presos de ETA (EPPK, en sus siglas en euskera) va más despacio que la izquierda abertzale. El comunicado que el grupo hizo público ayer a través de un vídeo emitido en un acto en Gernika (Bizkaia) rebaja sustancialmente las amplias expectativas que habían creado los herederos de Batasuna. Dirigentes como Joseba Permach o Pernando Barrena y las formaciones firmantes del Acuerdo de Gernika habían dado por sentado en los últimos días que el colectivo iba a apostar, en una declaración “histórica”, por medidas individuales, aunque matizadas, de reinserción, dentro, eso sí, de un contexto de respaldo colectivo.
Aunque los presos dejan abiertas puertas a otros escenarios que no precisan “si se dan condiciones para ello”, se siguen aferrando al binomio amnistía y autodeterminación para exigir una excarcelación en bloque —que el Gobierno ya dijo que no aprobaría porque es ilegal—. Ambas son defendidas como los principios para la resolución integral del “conflicto político” a los que debe ir ligada “toda salida”. Y a ello añaden que “debe desaparecer todo impedimento” para su excarcelación.
El texto de ocho puntos, que una voz en off lee en euskera en el vídeo sobre imágenes fijas de pancartas, carteles y grafitos, presenta el resultado de un proceso interno de reflexión que ha durado varios meses.
Los reclusos vuelven a rechazar de forma tajante la vía Nanclares(acercamiento a cárceles próximas a Euskadi de los etarras que se separen expresamente de ETA), que definen como la del “arrepentimiento-delación”. Y, aunque no aluden explícitamente al plan de reinserción lanzado por el Ministerio del Interior, que ya desdeñaron en un comunicado hace ahora un mes, exigen que cesen “las presiones y el chantaje”, así como “usar los beneficios penitenciarios para negar derechos”.
Fuentes de la izquierda abertzale —al acto acudieron dirigentes de la antigua Batasuna como Rufi Etxeberria, junto a exreclusos de la banda— sí valoraron el respaldo del colectivo al fin de las acciones armadas anunciado por ETA en octubre y el reconocimiento explícito que se hace de las víctimas.
Con una escenografía austera —dos cajas de madera en el escenario que simulaban dos celdas, dos mujeres vestidas de negro dentro y sobre una mesa las fotos de los seis reclusos declarados interlocutores por el EPPK—, el colectivo precisó que “da por terminada la fase de actividad armada como instrumento de lucha”.
A partir de ahora sus referencias serán el acuerdo de Anoeta de 2006, donde Arnaldo Otegui presentó su propuesta para resolver el conflicto por las vías políticas; el de Gernika de 2010, en el que la izquierdaabertzale apostó por separarse con claridad de la violencia, y la Declaración de Aiete de 2011, que sirvió de pista de aterrizaje a la declaración de cese definitivo de la actividad terrorista de octubre pasado. “No nos negamos a reconocer que [el “conflicto”] ha generado perjudicados y víctimas”, dijeron tras resaltar el acuerdo de Gernika, que reconoce ese daño a las víctimas.
“Somos plenamente conscientes del múltiple dolor generado”, abunda el texto, aunque a renglón seguido critica la utilización política que hacen algunos partidos, en referencia a PP y PSOE, del “tema de las víctimas, para eternizar el conflicto”.
Tras conocer contenido del comunicado, tanto el Gobierno central como el vasco y los principales partidos vascos —PNV, PSE y PP— se mostraron decepcionados. Fuentes de Interior resaltaron que los presos y la izquierda abertzale siguen “bajo la amenaza” de la organización terrorista y recordaron a los reclusos de la banda que “jamás” conseguirán la amnistía. “ETA sigue sin pedir perdón después de haber asesinado a cerca de un millar de personas”, agregaron estas fuentes. Las asociaciones de víctimas se mostraron dolidas.
EL PAÍS, 3/6/12