DIARIO VASCO, 26/11/11
El EPPK difunde entre su colectivo un documento crítico con los reclusos desvinculados de la organización. Señala que la cárcel alavesa es «una prisión puesta especialmente al servicio de la política de los arrepentidos»
El colectivo de presos de ETA pretende «poner los medios» junto a la izquierda abertzale para que los reclusos desvinculados con la organización terrorista que cumplen condena en la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca «no tengan ningún tipo de protección política». En un documento elaborado a finales de octubre que se está difundiendo actualmente entre los internos que forman parte del colectivo oficial de presos se formulan críticas contra la veintena de reclusos que están en Nanclares después de haber roto la disciplina de la organización terrorista renunciando a la violencia y reconociendo el daño causado a las víctimas.
Es en ese documento de reciente elaboración en el que se da cuenta de la expulsión de tres presos de la prisión alavesa, Idoia López Riaño, ‘La Tigresa’, Joseba Arizmendi y Andoni Díaz, a los que se achaca «estar integrados en la forma de vida y la política» de Nanclares.
El sector oficial de los presos de ETA, agrupados en el denominado EPPK, boicoteó el pasado mes de septiembre la presencia de un representante de los presos de Nanclares en el acto de adhesión al Acuerdo de Gernika. Los presos críticos con la organización habían previsto la asistencia de Carmen Gisasola, que ese fin de semana disfrutaba de un permiso penitenciario, para suscribir la Declaración de Gernika, pero los miembros del EPPK vetaron su presencia amenazando con no acudir ellos si estaba presente la antigua miembro del comando Vizcaya.
«Desde hace tiempo la cárcel de Nanclares se ha caracterizado por de ser una prisión puesta especialmente al servicio de la política de los arrepentidos», afirma la circular enviada a los presos de ETA. El documento señala que varios antiguos miembros de la organización «que decidieron por voluntad propia estar fuera del colectivo están allí apartados». Añade que, utilizando el nombre de ‘Presos comprometidos con el proceso irreversible de paz’, algunos «están actuando bajo su sombra como grupo». Acusa a los críticos de Nanclares de estar «profundizando en su propio camino» y de desarrollar «actitudes contra el EPPK, tanto en el mensaje como dando pasos concretos». Les acusa de presionar a los firmantes del Acuerdo de Gernika y de dar pasos «en el nuevo camino del arrepentimiento obligatorio». «Como colectivo no tenemos ninguna intención de entrar en polémicas estériles -afirma el documento-. Pero no estamos dispuestos a que el colectivo y sus miembros se dejen enredar».
Tras mencionar que algunos de los presos de Nanclares han salido a la calle gracias a «permisos especiales», señalan que habrá que actuar junto con la izquierda abertzale «para que estos antiguos miembros no tengan ningún tipo de protección política».
El colectivo oficial de presos de ETA asegura que ha sabido «hacer frente a todos los ataques» del Gobierno, pero reconoce que «en los últimos tiempos el enemigo ha logrado varias pequeñas conquistas, ayudados por diferentes factores: el peso de la represión, la estrategia de superar la situación o las perspectivas políticas difusas». Aseguran también que «el enemigo ha dado gran proyección mediática a esos pocos casos de arrepentimiento conseguidos».
DIARIO VASCO, 26/11/11