Alejandro Requeijo-El Confidencial
- Charlas de internos de la banda revelan los contactos con los ejecutivos de Urkullu y Sánchez: «Hay que aprovechar al máximo, el Gobierno vasco lo sabe»
Conversaciones de presos de ETA mantenidas este último año en las cárceles revelan la trastienda de las gestiones a su favor con el Gobierno vasco de Iñigo Urkullu y el Ejecutivo central que preside Pedro Sánchez. El Confidencial publicará en los próximos días el contenido de estas comunicaciones internas entre reclusos de la banda y sus contactos en la izquierda ‘abertzale’. Entre otras cuestiones, abordan la posibilidad de acceder a libertades condicionales, el acercamiento total a cárceles vascas en busca de una política penitenciaria más favorable o acelerar la excarcelación de los etarras que ya cumplieron condenas en Francia.
“Por las noticias que tenemos, parece que está bastante encaminado”, “hay que aprovechar al máximo, el Gobierno vasco lo sabe”, “es voluntad política, hay que hacerlo con cierta rapidez para que esto no se eternice”, “tenemos cauce abierto”… Estas son algunas de las expresiones que recogen las conversaciones a las que ha tenido acceso este periódico. Las charlas se produjeron en junio, en la cárcel de Palencia, apenas unos meses antes de que el País Vasco asumiera la competencia penitenciaria y en plena política de acercamientos llevada a cabo por el Ministerio del Interior a Euskadi y Navarra. No es fácil leer o escuchar reflexiones directas de los internos de la banda, acostumbrados a delegar en la dirección de ETA hasta que se disolvió, sus portavoces oficiales del colectivo (EPPK) o plataformas afines.
Los presos de ETA recibieron visitas de emisarios de la izquierda abertzale para informar sobre cómo iban las gestiones y cuáles eran los planes en un corto medio plazo de tiempo. En ocasiones, esas visitas las hacían miembros de Bildu directamente y otras veces personas del entorno de la izquierda ‘abertzale’, como el exconsejero de Justicia del Gobierno vasco Joseba Azkarraga. Este exdirigente nacionalista ha estado muy presente en las gestiones en favor de los presos de ETA tras una larga trayectoria política.
Fue durante 10 años diputado en el Congreso, ejerció como secretario general de Eusko Alkartasuna e integró los gobiernos del PNV encabezados por Juan José Ibarretxe. Desde hace años se centra en su labor como portavoz de la plataforma Sare (red en euskera). Es la marca que viene capitalizando durante los últimos tiempos las principales iniciativas de la izquierda ‘abertzale’ en favor de los presos de ETA. Sare convocó las polémicas marchas de este fin de año en que se reivindicó la existencia de una ‘hoja de ruta’ pactada. Para este sábado 8 de enero, está fijada la tradicional manifestación en Bilbao en defensa de los intereses de los internos terroristas bajo el lema ‘Por la convivencia. Por la paz. Camino a casa’.
Los dos tercios y las libertades condicionales
Azkarraga ha visitado varias cárceles este 2021 para hablar con internos terroristas. Hace meses acudió a la cárcel de Dueñas, en Palencia. Allí le esperaba el etarra Jon Bienzobas, alias ‘Karaka’. Este exmiembro del comando Madrid cumple una larga condena por diversos delitos terroristas, entre ellos el asesinato en 1996 del expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente. En un momento de la conversación, Azkarraga le preguntó sobre su situación penitenciaria: “En tu caso, yo no sé cómo estás respecto a los dos tercios”. La alusión a los dos tercios no es casual.
Tiene que ver con una de las aspiraciones del mundo proetarra, que exige libertades condicionales generales para todos los presos que hayan cumplido los dos tercios de sus condenas. Se basan en el artículo 90.2 del Código Penal, que así lo establece. No obstante, para los presos terroristas existen además otros requisitos adicionales que se introdujeron en la reforma de 2003 para el cumplimiento íntegro de las penas. Se exige, por ejemplo, la colaboración con la Justicia o el perdón de las víctimas, dos líneas rojas para el mundo terrorista. Derogar aquella reforma abriría las puertas de la cárcel a decenas de los cerca de 180 etarras que siguen en centros penitenciarios españoles.
«Ya llevo 22 años, pero para el Estado llevo cuatro años en la cárcel. Somos una cuadrilla que hemos hecho grandes condenas en Francia»
Esta aspiración estaba en las declaraciones del líder de Bildu, Arnaldo Otegi, en un acto ante militantes de su partido el día en que se celebraban 10 años del fin de la violencia de ETA. “Con esos [los presos de condenas más largas], la única opción es cambiar la ley. Para cambiar esa ley, nosotros tendríamos que obligar a un Gobierno como este a un cambio legislativo que favorezca a los presos de ETA (…) Y si para eso hay que votar los presupuestos, pues los votaremos”, dijo Otegi. Horas antes, en público, había escenificado una declaración de disculpa a las víctimas por la violencia de ETA, un gesto que formaba parte de una coreografía con el PSOE para impulsar la negociación sobre los presos, según fuentes al tanto de los contactos.
El etarra Bienzobas le comentó a Azkarraga que él tenía un problema añadido a su larga condena: “El problema es que yo ya, Joseba, yo llevo 22 años [los] hago este año. Pero he estado casi 19 en Francia”. Karaka fue arrestado en 1999 en la localidad gala de Pau. Allí le juzgaron y le condenaron a más de 18 años de prisión. Al terminar su pena, le entregaron a España, donde empezó a cumplir una nueva condena por los delitos cometidos cuando era miembro del comando Vizcaya y el comando Madrid de ETA. “Para el Estado español llevo cuatro años en la cárcel”, se lamentaba este terrorista. Los tribunales europeos rechazaron las pretensiones de los etarras de descontar de sus condenas en España los años pasados en cárceles francesas.
En la conversación, Azkarraga le dijo al etarra que ese tema “es un campo que se está tratando” en las negociaciones con los gobiernos: “Es que yo creo que este es un tema que desde el ámbito político se tiene que tratar. Y de hecho, yo creo que…”. En ese momento, fue el propio terrorista el que confirmó tener datos de que ya estaba en marcha: “Sí. Por las noticias que tenemos parece que está bastante encaminado. Somos una cuadrilla, estamos tres o cuatro personas que hemos hecho grandes condenas allí en el Estado francés”. El etarra cita como ejemplo de otro preso en la misma situación a Achurra Egurola, alias ‘Pototo’, condenado por ordenar el secuestro de Ortega Lara.
Una reforma legal para sacar a 50 presos
Apenas unos días antes de visitar Palencia, Azkarraga celebró una rueda de prensa como portavoz de Sare en San Sebastián. Allí ya denunció el caso de los presos que cumplen condenas en España tras haberlo hecho en Francia y cifró en medio centenar los terroristas en esta situación: «A 50 personas reclusas vascas, que ya cumplieron condena en cárceles del Estado francés, se les está aplicando una ley redactada ‘ad hominem’, solo para presos vascos, la Ley Orgánica 7/2014 sobre intercambio de información de antecedentes penales y consideración de resoluciones judiciales de la UE, una legislación excepcional, que les impide el cómputo del tiempo cumplido de privación de libertad en el espacio de la UE».
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) con sede en Estrasburgo —el mismo que en su día derogó la doctrina Parot— avaló en 2018 la interpretación de los tribunales españoles sobre el cómputo de las penas cumplidas en Francia tras el recurso presentado por cuatro presos de ETA: Santiago Arrospide, ‘Santi Potros’, Kepa Pikabea, Alberto Plazaola y Francisco Múgica Garmendia, ‘Pakito’. El Gobierno de Sánchez, por medio del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se mostró satisfecho. La izquierda ‘abertzale’ criticó el fallo judicial y Sortu pidió una «solución política». Esa solución, según los abogados de los presos etarras, pasa por que el Gobierno derogue algunos aspectos de la Ley 7/2014. Esta postura también la defienden el PNV y el Gobierno vasco de Iñigo Urkullu.
“Es una barbaridad. Yo iría ahora, Joseba, a 50 años de cárcel”, protestó Bienzobas ante Azkarraga. El exconsejero le dio la razón antes de insistir en que le dijese el cálculo de los dos tercios: “Tú tendrías que estar en la puta calle hace tiempo (…) y sin contar esos 19, ¿cuánto te quedaría ahora?”. El portavoz de la plataforma ‘abertzale’ Sare daba esperanzas al etarra, le reveló que había ido a visitar a otros internos y no ocultó su papel de intermediario con las autoridades políticas.
Azkarraga: “Nosotros, al Gobierno vasco, con los cuales tenemos cauce abierto, pero también lo tengo con…”.
Bienzobas: “… Sí, con la otra parte”.
«Hay que aprovechar al máximo, el Gobierno vasco lo sabe. Después de tanto tiempo, ya les habéis explicado todo. Ahora es voluntad»
Azkarraga le confesó al etarra que acababa de tener una reunión días antes con el Ejecutivo de Urkullu “para ver un poco qué plan tienen ellos” a partir del momento de asumir las competencias penitenciarias en octubre. Le avanzó que “la idea inicial” que le trasladaron es “aplicar una nueva política penitenciaria a los que están allí”, en cárceles vascas, y que eso dejaba al margen el grueso del colectivo repartido en cárceles fuera de Euskadi, bajo la competencia del Ministerio del Interior. “No tiene sentido aplicársela a los treinta y pico que ahora están en Zaballa, Basauri y tal y olvidar que hay 110….”, comentó.
El etarra se mostró de acuerdo sobre la importancia de que todos los reclusos de la banda estuviesen en cárceles del País Vasco: “Es que eso está clarísimo. Hay que aprovechar al máximo, el Gobierno vasco lo sabe. Después de tanto tiempo, ya les habéis explicado todo, Joseba, todo… Ahora es voluntad”. “Voluntad política —matizó Azkarraga—. Yo no quiero dudar de la voluntad política que en este caso tiene la Administración vasca. Yo tengo confianza en que lo vayan haciendo, pero hay que hacerlo con cierta rapidez, para que esto no se eternice”.
La cesión al País Vasco de las competencias de Prisiones otorga al Gobierno de Urkullu margen de maniobra para impulsar excarcelaciones de etarras dentro de los límites que permite el reglamento penitenciario. La ley será la misma que en el resto del Estado y la última palabra la tendrán los jueces de la Audiencia Nacional. Pero el Gobierno autonómico tendrá ahora la competencia en algunos aspectos que antes dependían de Interior, como la concesión de permisos o las progresiones de grado que dan acceso a beneficios.
Azkarraga mantuvo en la misma prisión de Palencia una segunda conversación con otro etarra que acababa de ser acercado por el Ministerio del Interior desde Albolote, Granada. En este caso se trató de Manuel Miner Villanueva, también con delitos de sangre. “Por fin has llegado, joder, la vuelta al mundo”, saludó el exconsejero. De la conversación se deduce que tuvo alguna participación en las gestiones porque el etarra le dio las gracias: «Estuviste ahí y se agradece, bien, bien [risa]». “Ahí estamos mientras la salud aguante, ya 70 años”, le contestó Azkarraga. Luego le comentó, como a su compañero, sus gestiones con el Gobierno vasco.
«Que cada preso vaya pidiendo su traslado, como se hizo en Cataluña cuando se hizo la transferencia»
Según informó a este segundo etarra, lo que él trasladó al Ejecutivo autonómico es que los presos de ETA “tienen derecho a solicitar al menos el traslado y a la nueva política penitenciaria más normalizada”. Siempre según la versión de Azkarraga, el Gobierno de Urkullu se mostró favorable a ello. A juicio del portavoz de Sare, esas peticiones se comenzarían a tramitar a partir de octubre: “Que cada preso vaya pidiendo su traslado, como se hizo en Cataluña cuando se hizo la transferencia”. En la conversación, se aprecia cómo el preso de ETA pide que le oriente sobre cómo y dónde tiene que hacer esa instancia: “Vale, una pregunta, aparte del permiso y todo eso, ¿solicitamos el traslado a Zaballa (Álava) y Martutene (Guipúzcoa)?”.
Azkarraga dio muestras de conocer en profundidad la situación del colectivo casi de forma individualizada: “En muy pocos meses se ha dado la vuelta y ahora en segundos grados estáis 157, y en primer grado quedan seis, pero en tercer grado solamente hay 13”. Tal y como informó El Confidencial, actualmente ya no quedan presos en primer grado, el más restrictivo. Todos han ido progresando, lo que les permite solicitar beneficios penitenciarios, algo que la dirección de la banda les prohibía en el pasado.
Por su parte, la cifra de etarras acercados a cárceles vascas por parte de Interior también se ha incrementado desde que se produjeron estas conversaciones. En el momento de la visita de Azkarraga a Palencia, había unos 35 etarras en prisiones vascas. Hoy, meses después, son cerca de 90 en centros de Euskadi y Navarra, la mitad del colectivo. “La percepción que tenemos es que vuestra estancia aquí [Palencia] es provisional”, le avanzó ya Azkarraga a este otro interno. Su percepción estaba en lo cierto. Apenas unas semanas después, Miner Villanueva fue acercado un poco más, de Palencia a Cantabria.