El PP vasco quiso ayer de nuevo zanjar el tema de los presos que está enrareciendo el debate político en el País Vasco tras el acto del desarme de ETA del pasado sábado día 8. El presidente de los populares vizcaínos y parlamentario vasco, Antón Damborenea, aseguró que tras el desarme no debe cambiarse la política penitenciaria como exige la izquierda abertzale y que son los presos de ETA los tienen que cambiar y asumir la legalidad para acogerse a los beneficios penitenciarios establecidos para todos los reclusos.
«Ellos sabrán. Es su decisión, no la de los demás, que no les hemos impedido que se acojan a los beneficios penitenciarios, ha sido la banda terrorista, y ellos tendrán que decidir hasta qué punto les merece la pena seguir en esa dinámica en la que están», señaló Damborenea en una entrevista con Efe. En su opinión son los presos etarras los que deben reconocer el daño que han hecho y mostrarse dispuestos a acogerse a los beneficios penitenciarios como cualquier otro recluso. «No somos los demás los que tenemos que hacer cosas raras», dijo.
Después de que se haya conocido que el desarme de ETA no ha sido completo y que la banda terrorista puede haberse guardado 100 pistolas y dos lanzamisiles, el dirigente vasco del PP da por supuesto que entre las armas entregadas por ETA el pasado sábado en Francia no habrá ninguna utilizada en los atentados, más de 300, todavía pendientes de esclarecer. «Doy por hecho que no, ya ha dicho la Policía francesa que faltan armas. Que las tienen ellos, las han vendido, las han perdido o no saben dónde están, no lo sé, pero desde luego no creo que los que piden una amnistía estén dispuestos a entregar pruebas contra sí mismos», señaló el parlamentario.
Igual que han hecho los populares desde la tribunal del Parlamento Vasco, Damborenea se mostró muy crítico con el PNV y con el PSE –que forman el Gobierno vasco de coalición– por apoyar el desarme de ETA en actos y votaciones conjuntas con EH Bildu. Algo que calificó como una «carrera» para ver «quién se pone las medallas de la paz». Vienen a última hora a ponerse medallas algunos que durante los años malos no estaban ni se les esperaba o estaban en el lado contrario. Quieren medallitas políticas cuando se merecen más bien lo contrario», indicó.