EL MUNDO 22/08/14
· Un grupo anónimo reivindica el incendio de cinco autobuses y Sortu se desmarca
Un grupo anónimo reivindicó ayer el incendio de cinco autobuses en protesta por la política penitenciaria del Gobierno y en apoyo de los reclusos enfermos y advertía de nuevos actos. El incidente cogió por sorpresa a la propia izquierda abertzale. O al menos así lo manifestó Sortu, que rechazó este ataque al estar «totalmente fuera de la estrategia» de su partido. Tanto el Gobierno vasco, como el PSE y el PP consideraron insuficiente este rechazo al no recoger una condena expresa.
Con la reivindicación de esta ataque por parte de un grupo de apoyo a los presos se confirma el mayor acto de kale borroka perpetrado por el entorno radical desde el anuncio del cese de la actividad armada de la banda terrorista en octubre de 2011.
Antes de que sus autores reconocieran la autoría a través de un correo electrónico anónimo remitido a EiTB, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu había decidido abrir diligencias para esclarecer el suceso tras recibir el atestado de la Ertzaintza que confirmaba que el fuego fue intencionado y que todo apuntaba a un acto de violencia callejera por la aparición de pasquines que exigían la libertad para los presos que aseguran estar enfermos.
El magistrado adoptó esta medida al apreciar que los hechos podían ser constitutivos de un delito de estragos terroristas. Lo que por la mañana era una posibilidad a primera hora de la tarde se confirmó al responsabilizarse del ataque un grupo que aseguró haber actuado para denunciar el «castigo» al que se ven sometidos los presos de ETA.
Según su versión, el ataque consistió en la colocación de pequeños artefactos en la parte trasera de los autobuses de la empresa Lujua, en Loiu (Vizcaya).
Aunque la banda terrorista ha cesado en su actividad armada, sus autores alertan en el correo, escrito en euskera, de que no piensan quedarse «mirando al cielo» a la vista de que desde entonces la situación de los reclusos ha empeorado.
Su advertencia evidencia las intenciones de este grupo de proseguir con los actos de kale borroka. A este respecto, fuentes de la lucha antiterrorista destacan que el grupo extremista abertzale Ibil, integrado por etarras que no aceptan el cese de la violencia para conseguir sus objetivos, han dejado constancia de su intención de acometer acciones para lograr la liberación de los presos.
Las reacciones políticas a la reivindicación del ataque no se hicieron esperar. Sortu, que por la mañana se había negado a realizar una valoración alegando que la violencia callejera era una hipótesis y no una certeza, rechazó esta acción porque «se enmarca totalmente fuera de la estrategia de la izquierda abertzale».
A falta de una condena expresa, la antigua Batasuna quiso llevar la valoración a su terreno y puso el acento en que este ataque «sólo beneficia a aquellos que pretenden perpetuar el conflicto, es decir, a aquellos que vulneran a diario los derechos de los presos vascos». El Gobierno vasco como el Partido Popular exigieron a Sortu una condena «explícita» de estos hechos.