Sectores de la «izquierda abertzale», llevados por la euforia que les ha supuesto la irrupción arrolladora de Bildu en ayuntamientos y juntas generales tras el 22-M, consideran que Arnaldo Otegi Mondragón, «Gordo», podría ser el candidato idóneo a lendakari para las próximas elecciones al Parlamento vasco, en 2013.
Los proetarras están exultantes por los resultados obtenidos el 22-M. Y, con toda seguridad, la banda terrorista, que reconocía no hace mucho que la «izquierda abertzale» necesitaba oxígeno, también. Así al menos se desprende del documento «ProDem» —su «hoja de ruta» para los próximos años—. «Los resultados electorales —afirmaba— tendrán especial importancia para llevar a cabo los cambios y reformas legislativas que necesita el proceso y para tener la fuerza que exigen esos cambios en cada centro institucional». Además, «las elecciones tienen que ser también el medio para reforzar el independentismo y para disolver el autonomismo-regionalismo». En definitiva, planteaba ETA, «también debe haber una acumulación de votos independentistas», ya que «las elecciones municipales tienen que ser altavoz del proceso democrático».
Y en ello están porque, según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC, en cuanto pise ayuntamientos, juntas generales, Parlamento de Navarra y, quien sabe, la Diputación de Guipúzcoa, la «izquierda abertzale», envalentonada, eufórica por la «acumulación de votos independentistas», va a demandar un nuevo proceso de negociación entre ETA y el Gobierno. A tal fin, uno de sus primeros pasos será la reactivación de «Udalbiltza», la «asamblea de electos municipales». La absolución de sus primeros promotores facilita la maniobra. Inspirada en el Pacto de Estella, se constituyó con unos 800 concejales, pero ahora cuenta con más de mil quinientos, y podría aspirar con el tiempo a sumar los del PNV. «Udalbiltza» tiene vocación de impulsar desde «sus» ayuntamientos la «desobediencia civil de los vascos» frente al Estado y de erigirse en «asamblea constituyente» para la creación de un futuro «estado vasco». Otro de los pasos que darán próximamente los mil y pico ediles bildutarras será el de, desde sede municipal, pedir la creación de un órgano que elabore un estatuto de autonomía para el País Vasco y Navarra como antesala del pretendido «estado vasco». Cumple así lo que le exige ETA a la coalición en el documento «ProDem».
Con todo, tras el éxito en las municipales, esa «izquierda abertzale» eufórica prepara ya, con tiempo, el asalto a otras instituciones, con el punto de mira puesto en Ajuria Enea.
El caso es que responsables de la ilegal Batasuna dicen mostrarse convencidos de que antes de un año Otegi estará en libertad, ya que habrá cumplido para entonces las causas pendientes con la Justicia y no quedará inhabilitado para la actividad política. En estos momentos se encuentra en prisión preventiva, a la espera de los juicios por el «caso Bateragune» —intento de reorganizar la coalición ilegal—; la financiación de Batasuna a través de las «herriko tabernas» —en ambos está acusado de integración en banda armada—, y se debe repetir la vista oral contra él por enaltecer al ex preso etarra José María Sagarduy, «Gatza». Sin embargo, en medios de la «izquierda abertzale» se respira optimismo ante la posibilidad de que salga airoso. Hay euforia, porque los proetarras consideran que si el Tribunal Constitucional ha permitido a Bildu, que al fin y al cabo es una refundación de Batasuna, colarse en las urnas, resultaría extraño que Otegi fuera condenado por intentar algo similar, es decir, reorganizar la coalición ilegal. Si los proetarras concurrieran a las elecciones autonómicas vascas de 2013 con la fórmula de Bildu, no tendrían ningún problema para imponer a Arnaldo Otegi como candidato a lendakari. La imposición ha sido la constante a la hora de elaborar las candidaturas para los pasados comicios municipales y forales, sin que EA y Alternatiba hayan opuesto resistencia alguna. La euforia detectada en el seno de la «izquierda abertzale» tras los resultados del 22-M permite escuchar mensajes como que «si hemos logrado semejante éxito colocando a madres, tíos o abuelos en las listas, ¿qué conseguiremos con Otegi en nuestra candidatura?». Un Otegi al que, en el delirio de la «izquierda aberzale», se le llega a denominar «el Mandela vasco».
A este respecto, fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC consideran que, aunque aún es pronto, resulta una «sólida hipótesis de trabajo» que la marca electoral de ETA-Batasuna para las próximas elecciones autonómicas vascas designe a Arnaldo Otegi como candidato a lendakari. Es más, se trabaja con la posibilidad de que unos días antes de la fecha de los comicios ETA lleve a cabo un espectacular golpe de efecto. Por ejemplo, que anuncie la «desactivación de su estructura militar», para llevar a Otegi a hombros camino de Ajuria Enea. En efecto, un seguimiento de la evolución del voto abertzale certifica que Batasuna, cualquiera que sea su marca electoral, obtiene mejores resultados cuando ETA mantiene un alto el fuego.
Los mismos medios de la lucha antiterrorista constatan que la banda terrorista está inmersa ahora en esa estrategia dirigida a favorecer la implantación de la «izquierda abertzale» en todas las instituciones del País Vasco y Navarra. Por ello, no creen, salvo imprevistos, que a corto o medio plazo vaya a perpetrar atentados.
Ofensiva por los presos
Interior tampoco cree que, una vez salida airosa del 22-M, ETA vaya a a emprender iniciativas, más allá de sus habituales comunicados propagandísticos. Ello porque la banda considera que, tras el anuncio de un «alto el fuego permanente, general y verificable internacionalmente», la pelota está en el tejado del Gobierno y es a Zapatero al que corresponde «mover ficha», a través de gestos como un progresivo acercamiento de presos al País Vasco; la liquidación de la «doctrina Parot», el fin de los macrojuicios a dirigentes de la «izquierda abertzale… Reivindicaciones que Bildu aireará en «sus» ayuuntamientos.
ABC, 30/5/2011