ABC 09/05/17
EDITORIAL
· El desmoronamiento del clan es también el de una etapa de la historia reciente de la Cataluña oficial y nacionalista. El oasis catalán era un pozo envenenado
EL último informe de la UDEF sobre los Pujol es demoledor para este clan, cada día más parecido a una mafia que a una familia. La Policía cifra en 69 millones de euros el beneficio no justificado que habrían obtenido el matrimonio Pujol Ferrusola y sus hijos, con movimientos de fondos que no se limitarían a ingresos en la banca andorrana, sino que habrían trascendido a operaciones internacionales «off shore». Las actividades ilícitas del clan Pujol no serían tampoco actuaciones individuales, sino el contenido de un grupo criminal, en el que la jerarquía operativa se la adjudicó la matriarca Marta Ferrusola, autotitulada como la «madre superiora», con indudable acierto descriptivo.
El cerco judicial sobre los Pujol se estrecha una vez que la UDEF, esa unidad por la que preguntaba con desprecio Jordi Pujol padre, ha encontrado indicios sólidos que han convencido al juez De la Mata lo suficiente para decretar la prisión provisional del primogénito de la familia, Jordi Pujol Ferrusola. El juez De la Mata ha tenido con la familia Pujol un trato especialmente garantista, lo que al final le carga de razones para actuar con contundencia ante los indicios que le está presentando la Policía, siempre sometidos a la condición de que la investigación judicial los confirme. La justicia penal administra sus tiempos en función de los resultados de las investigaciones, a veces con lentitudes injustificadas, y otras forzada por la complejidad de los hechos. Pero siempre alcanza a los sospechosos, aunque el problema de estos delitos fiscales y patrimoniales es que no suele recuperarse el dinero defraudado.
El desmoronamiento de la historia de los Pujol es también el de una etapa de la historia reciente de la Cataluña oficial y nacionalista, porque las dimensiones del fraude que está desvelando la UDEF, y a reserva de que el juez las confirme, no podían permanecer ocultas para el entorno social y político más inmediato del expresidente de la Generalitat. El oasis catalán, si tal cosa era el escenario creado por el nacionalismo, realmente era un pozo envenenado.
Con los últimos avances de la investigación dirigida por el juez De la Mata hay que confiar en que esta termine pronto, porque lo importante es llegar a juicio oral y que una sentencia determine realmente qué sucedió y quiénes son los responsables. Entre tanto, el dibujo de la Cataluña oficial y nacionalista que aparece en la investigación es una enmienda a la totalidad de los argumentos que hoy en día utilizan los separatistas contra España.