Los segundos serán primeros

EL MUNDO – 07/12/15 – F. JIMÉNEZ LOSANTOS

· Mucho debería cambiar la situación política en estos 13 días que quedan para las elecciones, muchos trenes tendrían que volar como en 2004, a algún militante socialista tendrían que asesinar como en 2008, algún atentado –ahora sí– islamista debería producirse y manipularse astutamente, para cambiar la tendencia que se advierte en las encuestas, y que puede resumirse en que, con unos resultados cortos para todos –nadie por encima de 130 escaños– el partido que quede segundo tendrá en su mano el Poder.

Y como la tendencia es que ese segundo puesto lo va perdiendo el PSOE en favor de Ciudadanos, los próximos 13 días –sólo 12, si la izquierda prisaica y sextaica no convierte la Jornada de Reflexión en un asalto a la democracia como el 13-M de 2004– serán un pim-pam-pum contra Rivera. Como, hasta ahora, la campaña contra Ciudadanos ha tenido exactamente el efecto contrario al que se pretendía y, cuanto más insultan a Rivera, más sube en la valoración como líder, todo apunta a la llegada de Ciudadanos al Poder. Que no es lo mismo que el Gobierno. O sí.

Si Rajoy no puede formar Gobierno solo, quedará para vestir de santa a su rajoyita en el Congreso de Enero del PP. Pero si Rajoy, Soray y Arenay perpetran otra mascarada búlgara como la de Valencia, que fue el comienzo del fin del PP, el gran partido del centro-derecha de Aznar sería un cadáver apenas insepulto. O el PP se refunda o acaba como el PSOE, a merced de Ciudadanos.

Si Pdr Snchz no es siquiera segundo, e incluso si lo es por muy poco, horadando el suelo de granito de Rubalcaba, que a su vez perforó el suelo pétreo de Almunia, el PSOE no tiene más remedio que refundarse, previa expulsión de su seno del alien del PSC, que, como recordaba ayer Iñaki Gil, es el lastre que viene impidiéndole ser un partido nacional. El PSOE es el socio de la extrema izquierda y los separatistas en toda España. Eso le impide pactar con el PP y también con Ciudadanos. Adiós, Snchz.

Un Gobierno de Rivera, en solitario y apoyado por el PSOE o con ministros del PSOE, PP y liberales independientes no es ningún disparate. El fin del bipartidismo obliga a PP y PSOE a una refundación. Y mientras, qué mejor que dejar que gobierne Rivera. Si se desgasta, bien. Y si no, también. Débil o fuerte, es el socio inevitable. Podemos, o se democratiza o muere.