EL CORREO 28/07/13
El homenaje que la Diputación de Bizkaia tributó el pasado miércoles a «todas» las víctimas del terrorismo y el protagonismo que asumió el lehendakari, Iñigo Urkullu, al recoger la distinción que estaba destinada a los damnificados sigue generando polémica. El PSE, en boca de su secretario de Organización, Rodolfo Ares, advirtió ayer al Gobierno vasco de que «no van a permitir la equiparación de víctimas», ni que el plan de paz que ha diseñado el Gabinete del PNV sirva de «borrón y cuenta nueva» para que la izquierda abertzale «lave sus responsabilidades».
«Seremos absolutamente exigentes con la defensa de unos principios éticos y democráticos básicos», insistió Ares, antes de recordar que la realidad en Euskadi ha sido que «hubo una banda terrorista que desde la consolidación de la democracia mantuvo una actividad terrorista para intentar imponer su proyecto totalitario». «En el País Vasco –subrayó– hubo asesinos y gente asesinada». Recordó, en este sentido, que los socialistas no están «dispuestos» a que «ni el plan de paz ni la ponencia del Parlamento» se conviertan en «instrumentos para que el mundo de EH Bildu lave sus responsabilidades o sea un mecanismo de borrón y cuenta nueva».
Arraiz y la ponencia de paz
Un argumento que choca frontalmente con la idea que también ayer planteó el presidente de Sortu y parlamentario de EH Bildu, Hasier Arraiz. El dirigente independentista recordó al PNV que su grupo está dispuesto a avanzar con los jeltzales en la ponencia de paz, aunque se queden «solos» a partir de septiembre, sin la participación del PSE.
Arraiz cargó, en este sentido, con dureza contra los socialistas vascos, a los que acusó de estar en una actitud «involucionista». Según señaló en una entrevista a Europa Press, dirigentes del PSE se habrían comprometido con ellos a «hablar de todo» si se ponía fin a la actividad de ETA, lo que sucedió en octubre de 2011. «Después han demostrado que no es así», aseguró el presidente de Sortu. En su opinión, los socialistas se encuentran en una «posición incómoda y difícil» dentro de la ponencia de paz –en la que no ha participado desde el principio el PP– y están intentando «buscar y justificar su salida».
EL CORREO 28/07/13