EL MUNDO 28/04/14
Los socialistas catalanes denunciaron ayer la escalada de tensión que se está produciendo en Cataluña tras la deriva soberanista de la Generalitat que dirige Artur Mas, ERC y entidades como la Assemblea Nacional. El líder del PSC, Pere Navarro, fue ayer agredido en Tarrasa.
El líder del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Pere Navarro, fue agredido ayer por una mujer de mediana edad cuando asistía a una comunión en Tarrasa, la ciudad de la que fue alcalde durante 10 años.
Fuentes del partido aseguraron a este diario que la atacante se abalanzó sobre Navarro antes de entrar a la iglesia en la que tuvo lugar la ceremonia y le propinó un puñetazo en la cara tras increparle al grito de «hijo de puta». El jefe de filas del PSC no iba escoltado en el momento de la agresión al tratarse de un acto privado y no necesitó asistencia médica. Es más, continuó participando en la comunión tras pedir a sus familiares que dejasen ir a la agresora, quien acabó huyendo rápidamente de la zona.
El PSC aseguró ayer que Navarro todavía sopesaba si presentar denuncia por lo acaecido. Mientras, fuentes del Departamento de Interior de la Generalitat puntualizaron que los Mossos d’Esquadra no llegaron a intervenir, aunque el consejero Ramon Espadaler se puso en contacto por vía telefónica con el primer secretario de los socialistas catalanes para conocer su estado y trasladarle que consideraba «lamentables e intolerables este tipo de hechos». Las mismas voces manifestaron que el titular de Interior no tiene constancia de ninguna queja formal de Navarro por haber recibido amenazas o insultos anteriormente.
Sin embargo, fuentes del PSC cercanas al líder del partido trasladaron ayer a EL MUNDO que Navarro «lleva mucho tiempo recibiendo amenazas a través de las redes sociales y por la calle». Estas fuentes ponen como ejemplo el día de Sant Jordi, jornada en la que el líder del PSC fue abucheado cuando paseaba por la Rambla y tuvo que soportar gritos como: «Vete a España con Rubalcaba». «Se veía venir», añadió la misma voz del PSC quien, no obstante, aseguró que, tras hablar con el propio Navarro, no están claros los motivos concretos que llevaron a la agresora a golpear e insultar al líder del PSC.
El jefe de filas de los socialistas catalanes sólo manifestó ayer que seguirá trabajando «para que el diálogo supere para siempre la violencia». Navarro empleó las redes sociales para mandar este mensaje precisamente después de que, a través de ellas, se multiplicaran las reacciones de repulsa y las especulaciones de miembros de todos los partidos que advirtieron, en mayor o menor medida, motivaciones políticas tras el ataque.
Muchos vincularon la agresión con una escalada de tensión social en Cataluña por el debate soberanista. El más explícito fue Jordi Cañas. El político de Ciutadans escribió en Twitter: «La siembra del odio empieza a recoger sus venenosos frutos». La ex ministra socialista Carme Chacón añadió: «Contra la intolerancia, con Pere Navarro, con la concordia y la pluralidad de ideas y opiniones. Con la libertad. Con la Cataluña de todos». «Condeno la agresión física a Pere Navarro. Discrepo de algunas de sus posiciones, pero es intolerable la falta de respeto al adversario», sumó el líder de Unió Josep Antoni Duran Lleida. Y la popular Andrea Levy insistió: «Nunca podremos permitir que la violencia secuestre nuestra democracia. Los catalanes somos ejemplo de pluralidad».
Las opiniones también llegaron desde las formaciones que apoyan el proceso independentista. El secretario de Organización de CDC, Josep Rull, expresó su «rotunda condena» a la agresión a Navarro, pero llamó a que «nadie quiera convertir un hecho puntual en categoría». El diputado de ERC en el Parlament Pere Aragonès se limitó a expresar el «máximo rechazo» al ataque.
Los adversarios de Navarro en su propio partido no desaprovecharon tampoco la ocasión para mostrar su parecer. «Entre el puñetazo y la palabra, siempre estaré del lado de la palabra, aunque sea gritando», sostuvo la ex consejera del PSC Montserrat Tura, una de las cabezas visibles del sector crítico que discute la línea contraria a la consulta de autodeterminación defendida por el primer secretario de los socialistas catalanes.
EL MUNDO 28/04/14