EL MUNDO 07/02/17
TEODORO LEÓN GROSS
LA PALABRA Democracia aguardaba a Mas en su romería mesiánica por el Arco del Triunfo. Pero en fin, también, valgan las distancias, a Honecker a diario en la RDA. El marketing impresiona poco, pero sí que decenas de miles de personas jaleasen el sonrojante vía crucis del grupo de sospechosos de violar la ley, persuadidos de que sus ideas están por encima de la ley. Esto requiere décadas de sórdida educación en el odio, como decía Félix de Azúa aquí el sábado, pero también un aborregamiento oceánico. Ovacionan Love Democracy, como si fuese un temazo de Lady Gaga, sin asimilar el principio elemental de «no hay democracia sin ley». En ese caso no existe Estado de Derecho sino de Desecho. Pero definitivamente es inútil insistir en que no hay nada democrático en las urnas si no se respetan las reglas de cómo, cuándo, dónde, quién o para qué. Cuando corean que Mas es inocente, en realidad proclaman que no les importa que cometa un delito si creen que les beneficia. Todo un progreso.