DIARIO VASCO, 12/6/12
El comisionado del lehendakari asevera que son los reclusos los que deben «tener prisa» por reinsertarse. Urkullu niega la fiabilidad de un censo de ‘exiliados’ y Basagoiti defiende que es «fácil» saber quién lo formaría
El comisionado del lehendakari para la memoria y la convivencia, Jesús Loza, aseguró ayer que la prioridad en estos momentos es preservar y construir una «memoria inclusiva» y no la política penitenciaria y el plan de reinserción de presos, aunque también tenga que abordarse, recalcó. Sobre él, el socialista recordó que son los presos de ETA y no las instituciones quienes deben «tener prisa» por la reinserción, e insistió a ese respecto que los principios están claros y no van a cambiar: «O es una reinserción individual ajustada a las previsiones legales o no será», dijo en contestación también a las críticas vertidas por algunas víctimas contra la política del Gobierno central.
Loza realizó estas apreciaciones tras la ponencia parlamentaria en la que explicó sus gestiones en el ámbito de la política penitenciaria, y en la elaboración de un pacto ciudadano por la convivencia y la construcción de una memoria «compartida». En dicho foro, el comisionado, que en los próximos días se reunirá con el director de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, dejó claro que en este camino de asentamiento definitivo de la paz en Euskadi la prioridad es la memoria y no los presos.
El reto principal de la sociedad y sus instituciones, dijo, es construir una memoria «inclusiva» que explique claramente la historia reciente del País Vasco y diga sin ambigüedades que «hubo quien asesinó y fue asesinado, que hubo quien jaleó el asesinato y hubo quien resistió y que hubo mucha gente que durante mucho tiempo miro para otro lado». Además, se refirió a las víctimas policiales y recordó que «también en la lucha contra ETA se produjeron graves violaciones de derechos humanos que tenemos que reconocer y reparar».
«Alivio»
Para el comisionado, informa Vasco Press, la convivencia es la segunda tarea pendiente. De hecho, Loza alertó del peligro de que los ciudadanos confundan el alivio por la decisión de ETA de dejar definitivamente la violencia terrorista con la consecuencia de una convivencia normalizada. Sería una conclusión superficial, precisó, ya que queda «muchísimo por hacer en muchas zonas y con muchas ideas».
Según indicó, los sectores que apoyaron el terrorismo se dedicaron durante décadas a «sembrar demasiado odio y fanatismo», y añadió que «se han producido demasiados insultos y amenazas a quien no pensaba como la religión oficial como para que sus efectos se puedan solucionar en tres o cuatro meses». «Tenemos una labor muy importante por hacer y, aunque sea comprensible el alivio de la sociedad, que en ocasiones no ha actuado con la contundencia que debiera, eso puede llegar a ser un riesgo de amnesia. No confundamos alivio con convivencia», añadió.
En este sentido, Loza defendió que la convivencia debe partir de un pacto sobre «la ilegitimidad de la violencia para lograr fines políticos, la legitimidad de las instituciones, la memoria inclusiva, el reconocimiento de la pluralidad y la recuperación para la democracia de los que lucharon contra ella y asesinaron para imponer un proyecto excluyente».
Por otra parte, los dirigentes del PP y el PNV hablaron sobre la propuesta de los primeros para que las personas que se fueron de Euskadi por la amenaza terrorista puedan votar en las autonómicas. Antonio Basagoiti defendió la medida de «reparación» y aseveró que es «fácil» comprobar quién abandonó el País Vasco por esa razón. Iñigo Urkullu, sin embargo, dudó de la fiabilidad de ese censo y aseveró que para su partido «es una línea roja» infranqueable que denunciaría ante los tribunales de Justicia.
DIARIO VASCO, 12/6/12