EL CORREO – 18/07/14
· «Quiero dedicar el tiempo que resta de legislatura a trabajar en el escaño para la circunscripción por la que fui elegido, la de Bizkaia», afirma el diputado bilbaíno.
Eduardo Madina había lanzado ya numerosas señales sobre sus intenciones de echarse a un lado en caso de resultar vencido en la carrera por la secretaría general del PSOE, pero quedaba por saber si Pedro Sánchez sería capaz de convencerle para que se sume a su ejecutiva. Y no lo hizo. El aún número dos del grupo parlamentario socialista dejó ayer claro al que hasta hace cuatro días era su rival que no quiere cargo alguno. «Quiero dedicar el tiempo que resta de legislatura a trabajar en el escaño para la circunscripción por la que fui elegido, la de Bizkaia», zanjó.
La negativa de Madina no ha sido del todo entendida en algunos ámbitos del partido. El dirigente vasco logró el apoyo de 46.439 militantes en la votación del pasado domingo, un 36,19% de los que participaron. No es una cantidad en absoluto despreciable si se tiene en cuenta que Sánchez se hizo con el 48,69% de los votos (62.477) y José Antonio Pérez Tapias, con un 15,12% (19.381). Por eso hay quien sostiene que no debería dar un paso atrás.
Incluso en su entorno han intentado persuadirle de que no lo haga. «Al final –le dijo en la misma noche de la derrota uno de sus principales colaboradores– vamos a hacer de ti un líder». Él, acostumbrado ya a pisar el freno cuando otros le animan a saltar, parece convencido sin embargo de que ha llegado el momento de pasar esa página para siempre, aunque eso le obligue a combatir la idea de que deserta de sus responsabilidades. «Voy a ayudar al PSOE a que en este periodo de tiempo recupere fuerza para llegar a las próximas generales en condiciones de ser alternativa a un gobierno de derechas que es causante de muchos de los males de este país», defendió.
Lo que no está del todo claro es cuál será su futuro cuando lleguen esas elecciones. Aunque en el PSE sostienen que no es un tema que les preocupe demasiado en estos momentos, algunos dirigentes no ocultan que se les puede presentar un problema dentro de un año, cuando haya que conformar las listas para el Congreso.
Se da por hecho que Patxi López saltará a Madrid y, previsiblemente, lo haga de forma definitiva siendo incluido en la plancha a la Cámara baja. Un candidatura que en las dos últimas citas ha liderado el propio Madina. A esto se añade que, aunque en Bizkaia el diputado bilbaíno recogió más avales que Sánchez, quedó demostrado que tampoco tiene un respaldo unánime, ni mucho menos. «Habrá que ver qué pasa en los próximos meses», se limita a subrayar de forma lacónica un dirigente del PSE.
En el brevísimo encuentro de apenas un cuarto de hora que mantuvo con Sánchez en el Congreso de los diputados, Madina pidió que se cuente con quienes estuvieron de su lado. «Ha habido mucha gente de enorme valía trabajando en todas las candidaturas, y también en la mía», dijo. «Y a mi me gustaría», añadió, «que hubiera gente que formara parte del próximo capitulo orgánico que abrirá este partido a partir del día 27».
Las quinielas de nombres
Será entonces cuando se cerrará el congreso extraordinario que debe ratificar oficialmente a Pedro Sánchez como líder del PSOE y dar el visto bueno a su ejecutiva, porque en realidad la votación de los militantes, una fórmula no recogida aún en los estatutos, carece de carácter legal. En ese cónclave votarán los delegados elegidos en los ‘congresillos’ que se celebrarán este fin de semana en todas las federaciones regionales y en los que participan aquellos que fueron designados por las agrupaciones locales también el día 13.
No está claro con qué personas del equipo de Madina podría intentar contar el nuevo secretario general. Fuentes del partido insisten en que hasta la semana próxima no pondrá nombres encima de la mesa. En todo caso, los más significados a favor del vizcaíno fueron la gallega Laura Seara (con quien los ‘pedristas’ no mantienen precisamente buena relación), el exvicepresidente de la Junta de Extremadura, Ignacio Sánchez Amor (con buena consideración en el partido) y el exsecretario general de la Presidencia del Gobierno y actual enviado de la UE para Libia, Bernardino León.
También Pérez Tapias, miembro de Izquierda Socialista, defendió que su corriente debe tener una «representación adecuada», tanto en la ejecutiva como en el comité federal. En todo caso, no está claro que el granadino quiera entrar en la dirección de Sánchez.
De lo que sí se desentendió Tapias fue de la otra polémica del momento. Madina no se resistió a defender que las primarias abiertas a la ciudadanía se celebren en noviembre a pesar de que las principales federaciones del partido se oponen a esa idea y las que la comparten, como Extremadura o Asturias, no tienen interés en abrir una batalla a cuenta de la fecha.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, lanzó ayer un mensaje para que se aparque ya ese debate que, a su juicio y al de otros barones, no conviene en absoluto al partido. Dicen que ahora que se ha resuelto la crisis de liderazgo hay que hablar de lo que preocupa a los ciudadanos. Por eso tampoco interesa mantener viva esa idea de que la líder de los socialistas andaluces está al acecho para hacerse con el poder en cuanto le venga bien.
EL CORREO – 18/07/14