Luis Ventoso-ABC

  • Lo mejor para España, que dicte su futuro el separatismo, dice el PSOE

El que no lo vea, o es un facha irredento o tiene un puré de guisantes por cerebro: Madrid es malo, y Rufián, bueno y leal. Nada conviene más a España que ERC y Bildu pilotándola. Sánchez y Carmen Calvo lo han descubierto: el problema de España se llama Madrid. Con sus repugnantes recetas ultraliberales, su casposa seguridad jurídica y su obsoleto talante abierto, la economía madrileña ha adelantado a la catalana y ahora es la que más aporta al PIB nacional. ¡Qué obsesión antiprogresista lo de crear riqueza! A mí dame una buena igualación a la baja. Además, la deuda pública de Madrid es veinte puntos menor que la de Cataluña, que supera en doce la media nacional. Es evidente por tanto que la política económica de España deben dictarla los separatistas catalanes, unos hachas de la gestión. Merced a sus genialidades xenófobas, desde 2017 ya han conseguido que se larguen de allí pitando seis mil empresas. Aciertan Sánchez y Calvo al redactar los Presupuestos al dictado de Rufián, que por lo visto es como Keynes, pero en Makoki.

En Madrid gobiernan desde hace 25 años una serie de enajenados de la peligrosísima secta de Adam Smith. Creen que donde mejor está el dinero es en el bolsillo de quienes lo han ganado. Con una fiscalidad contenida su economía ha esprintado y Madrid se ha convertido en un imán para las empresas. En el arranque de este año atrajo el triple que Cataluña. Lo que nos reafirma en que las recetas económicas adecuadas son las de los separatistas catalanes. Visionarios siempre, Sánchez y Calvo quieren cepillarse la fiscalidad de éxito de Madrid para imponer la de Rufián, Junqueras y sus 6.000 empresas a la fuga. Ole.

Madrid vive en la caverna. Todo el mundo se entiende hablando español, ¡qué locura!, incluidos los 42.000 rumanos, 39.000 chinos, 22.922 marroquíes, 13.400 filipinos y 26.000 italianos que viven en la capital (no sé a qué esperan para ordenar una moderna «normalización lingüística» en «cheli», que puede ser mejorado y ampliado con injertos de laboratorio, como el batúa). Madrid es tan cutre que ni existe «hecho diferencial». No te dan la brasa chequeando si eres madrileño pata negra y la bandera española cuelga con naturalidad de muchas ventanas de vecinos. Por todo ello, Carmen Calvo, que es muy inteligente, ya acaba de advertir que le «preocupa» Madrid, porque «no defiende la unidad de España». Ayuso -yo venía sospechándolo y la gran Calvo me lo ratifica- es una peligrosa separatista y los «aliados progresistas», Rufián y Arnaldo, unos patriotas españoles.

Lo de Madrid es insoportable. Hasta han logrado rebajar el Covid espectacularmente gracias a buscar vías alternativas a las de Illa y Simón, los nuevos Cajal y Fleming. Cuánta felonía. Menos mal que ahí tenemos a los leales socios Rufián y Otegui. España nunca será el país al que aspiramos todas y todos mientras no se impregne de los valores de Bildu y ERC.

(PD: algunas mañanas me levanto sospechando que vivimos en un país definitivamente agilipollado).