ABC – 06/05/17
· «Siempre dijimos que no participaríamos del mercadeo como los partidos nacionalistas».
«La parte del Cupo no está en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), es una ley que va aparte y nosotros no estamos de acuerdo». Estas palabras de Albert Rivera, presidente de Cs, pronunciadas en los pasillos del Congreso durante el debate de esta semana, tenían un doble destinatario.
Por un lado, el Gobierno, con el que Rivera quería marcar distancias, tras el acuerdo de este con el PNV con el cálculo del Cupo vasco como punto nuclear; por el otro, los cuadros y militantes de su partido, que no esperaron ni a finalizar la votación en la Cámara Baja para mostrar su malestar con la dirección de Cs por aceptar la afectación del Cupo en los PGE.
Aunque las críticas por lo que consideran una «mala negociación con el Gobierno» se han manifestado en muchas partes de España –en Asturias, por ejemplo, en respuesta a los medios por parte de uno de los diputados de la Junta General del Principado–, en Cataluña el malestar se ha elevado a crítica política. Hay cargos públicos que consideran, ahora, «un error garrafal» apoyar las cuentas del PP.
Así, dirigentes de Cs y con cargo público en las instituciones catalanas, contactados por ABC, indican que «tras el acuerdo del Gobierno con el PNV, hubiera sido el momento de renegociar los presupuestos» ya que «es evidente» que «se hizo mal y sin tener en cuenta que el Ejecutivo estaba manteniendo a la vez contactos con el PNV».
Entre las críticas dirigidas a la dirección de Cs destaca la que hace referencia a sus compañeros en el País Vasco: «Les hemos dejado tirados. Estamos siendo incongruentes. Hicimos una campaña de perfil bajo pero defendiendo que no estamos a favor del concierto económico y que, mientras sea legal porque está en la Constitución, defenderíamos un Cupo solidario. De ahí el resultado electoral que obtuvimos en el País Vasco. ¿Y ahora? Ha habido un mercadeo con el nacionalismo del que hemos dicho siempre que no participaríamos».