EL MUNDO – 25/01/16
· La idea era que esta información fuera acompañada de una foto en la sede de UPyD, pero no se pudo hacer porque ya no hay sede de UPyD.
· En el número 11 de la calle Cedaceros de Madrid, donde dormía el partido, están recogiendo cajas y descolgando eslóganes deprisa y corriendo porque ya no hay dinero para mantener el local.
· En la calle hay un cartel: «Se alquila oficina». Y muy cerca otro cartel con la cara rasgada de Herzog. «Más España», dice. UPyD desaloja tras ser desahuciado hace un mes en las elecciones generales. De cinco diputados a cero.
Hace una semana Andrés Herzog, portavoz nacional del partido y candidato el 20-D, dimitió y dejó UPyD en manos de una gestora que preside Gorka Maneiro, el último superviviente. Maneiro es el único escaño que le queda a la formación, diputado en el Parlamento vasco desde 2009. En las últimas elecciones autonómicas y municipales UPyD apenas atrapó 230.000 votos, la mitad que cuatro años antes, y se quedó sin representación autonómica. Sólo queda Maneiro, quizás porque en el País Vasco no habrá elecciones hasta el próximo octubre.
«No me encuentro solo, estoy muy bien acompañado por muchas personas muy valientes, trabajadoras y honestas. He podido comprobar que hay gente valiosísima, anónimos que están haciendo un buen trabajo y concejales que están al pie del cañón defendiendo los intereses de la ciudadanía, además de nuestra representación en el Parlamento Europeo», admite el nuevo jefe.
La charla tiene lugar en el Hotel Villa Real, allí donde Rosa Díez descubrió el principio del desastre la noche electoral del último mayo. «A veces la política es así», dijo tras el batacazo de las municipales. Después se marchó del trono de UPyD para dejar la hecatombe de las generales en manos de Herzog cuando el partido ya era un follón. No llegó ni al 1% de los votos y fue superado incluso por el Partido Animalista.
Lo que pase con las siglas es ahora cosa de Maneiro. «No es ningún marrón, se trata de asumir una responsabilidad. Llevo en UPyD desde que nació, allá por el año 2007, y siempre he estado a disposición del partido. Como consecuencia de la dimisión de Andrés [Herzog] había que crear una gestora y se decidió que la persona para coordinarla podía ser yo. Lo asumo con responsabilidad y sabiendo que UPyD es un proyecto importante y que merece la pena seguir trabajando por él».
El parte médico dice que UPyD debe cambiar su sede en Madrid por una «más modesta» y que recortará su presupuesto drásticamente: tendrá que despedir a buena parte de sus empleados y abandona la mayoría de las causas judiciales en las que se embarcó. Un día después de las elecciones, Herzog anunció que se retiraban como acusación en el caso de las preferentes, en Bankia o en el caso Pujol. «No tenemos el respaldo de los españoles para seguir luchando contra la corrupción», lamentó.
Durante el encuentro con Maneiro, el pasado viernes, UPyD anunciaba que ha logrado la imputación del PP por la destrucción de los discos duros del ordenador de Bárcenas. Un consuelo casi póstumo.
«Vamos a ver qué opciones hay para seguir trabajando contra la corrupción, a intentar mantener las denuncias», anuncia Maneiro.
– ¿Cuál es su plan inmediato?
– Tenemos una responsabilidad inminente, que es la convocatoria de un consejo extraordinario que debería convocarse en el plazo máximo de tres meses. Mientras tanto, queremos estar cerca de los cargos públicos, de la afiliación. Tenemos que corregir todo aquello que se haya hecho mal para que cambiando las cosas podamos obtener resultados distintos. Ocho años después, la batalla no ha hecho más que empezar.
– ¿Qué errores ha cometido UPyD?
– Uno de ellos fue echar la culpa a la ciudadanía de que no nos votaran, eso no puede decirse. La culpa es nuestra, más allá de que determinados poderes económicos o financieros nos hayan tratado de perjudicar.
– ¿Fue un error no aliarse con Ciudadanos?
– No. Seguimos pensando que no, que somos proyectos distintos.
– Dígame una propuesta o una idea de UPyD que no esté planteando Ciudadanos.
– Hay partidos que plantean cosas que nosotros también planteamos, pero UPyD es el único que defiende todas esas ideas esenciales conjuntamente: la recuperación de la competencia de Educación para el Estado, una fiscalidad unitaria para todo el país, la supresión del concierto económico navarro, nuestro compromiso contra la corrupción… La diferencia son los hechos. Hemos sido coherentes en todo el país y yo eso no lo he visto en otros partidos.
Dos días después de que Gorka Maneiro heredara la gestión del partido, uno de sus fundadores, Carlos Martínez Gorriarán, diputado en la última legislatura, le recomendó «disolver» UPyD. «Es una idea respetable, pero no tratar de imponerla al conjunto del partido». Le cambia el gesto cuando salen los nombres de Irene Lozano o Toni Cantó, dos ex UPyD que conservan su escaño en el Congreso de los Diputados con otra camiseta. «La sociedad juzgará cómo actuaron», dice mirando de reojo a la Cámara Baja.
EL MUNDO – 25/01/16