Bieito Rubido-El Debate
  • Acierta, por tanto, Feijóo convocando una manifestación para el 8 de junio y no presentando una moción de censura que se iba a perder. Las batallas se dan siempre que se vayan a ganar. Dar una batalla para perderla es un esfuerzo estéril que, además, nos llevaría a la melancolía

Convocar una moción de censura en este momento contra Pedro Sánchez tendría todo el sentido del mundo si no fuese por que no va a salir adelante. Ya sabemos que sus socios, la colección de independentistas y antiguos terroristas sobre los que fundamenta su Gobierno, saben que viven en el mejor de los mundos. Ellos fundamentan su ideario político en la podredumbre de la insolidaridad y la xenofobia. Lo que es peor, su ideario posee como piedra angular la conjura contra la unidad de España. Con ellos no se puede ir ni a una moción de censura. Sánchez es el único hombre en España dispuesto a permanecer en el poder, aunque sea a costa de cargarse España.

Acierta, por tanto, Feijóo convocando una manifestación para el 8 de junio y no presentando una moción de censura que se iba a perder. Las batallas se dan siempre que se vayan a ganar. Dar una batalla para perderla es un esfuerzo estéril que, además, nos llevaría a la melancolía. Como bien lo explicó ayer José María Aznar. Entiendo la ansiedad de una gran parte de la sociedad española. La entiendo, pero hay que esperar. Sobre todo, si creemos en el Estado de derecho, que más tarde o más temprano permitirá desalojar al sanchismo del poder por la vía democrática de las elecciones.

A quien no entiendo bien es a Vox. Desde ayer diciendo que no apoyará la manifestación del 8 de junio. Esa manía de Vox –de sus dirigentes, sus votantes y los seguidores que de ellos tenemos entre nuestros comentaristas– de reñir todo el tiempo al PP nos sitúa al borde del abismo, ya que de esta manera parece que nunca habrá alternativa a la izquierda que ahora mismo corroe los cimientos de nuestra democracia.

Puedo entender que a Vox le gustase que el PP lo llamase para convocar conjuntamente la manifestación. Ahora bien, en lugar de regañar al PP sería mejor llamarlo y tratar de consensuar una convocatoria conjunta. Tenemos que ser ambiciosos para esa manifestación. Es una oportunidad para decirle a España y al resto del concierto internacional que en este país hay una alternativa a un Gobierno que se ha destapado como el más corrupto de toda la historia de la democracia en España.