EL MUNDO 03/03/15
La queja del Gobierno hacia la cita de José Luis Rodríguez Zapatero con Raúl Castro en Cuba no remite. José Manuel García-Margallo reveló ayer que justo «al día siguiente» la negociadora de EEUU para la reanudación de relaciones diplomáticas, Roberta Jacobson, se reunía también con Castro y, a instancias del Gobierno español, llevaba en su agenda la reclamación de etarras con cuentas pendientes con la Justicia en España.
Según Margallo, las declaraciones del ex presidente Zapatero, que instaban a borrar a Cuba de la lista de países colaboradores con organizaciones terroristas, no hicieron sino entorpecer o «dificultar» seriamente el trabajo del Ejecutivo. «Ahora, conseguir las extradiciones está más difícil que antes de las declaraciones del ex presidente», declaró ayer Margallo en un foro organizado por la nueva Red de Casas, en la Casa de América, y compartido con el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ex ministro de Exteriores mexicano, Ángel Gurría.
«El servicio a los intereses generales no ha sido el mejor por parte de Zapatero», recalcó el canciller español, al tiempo que definió la cita del ex presidente con Castro como un «ejercicio de extrema deslealtad y de extrema inoportunidad». «Tener esta entrevista sin la información del Gobierno es de enorme imprudencia, contraproducente y exactamente lo contrario a lo que estábamos negociando para conseguir esas extradiciones», dijo, subrayando que Jacobson, delegada personal de Barack Obama para el restablecimiento de relaciones entre EEUU y Cuba, era «la encargada de abordar estos asuntos e iba a hablar sobre las extradiciones».
José Luis Rodríguez Zapatero respondió a las primeras críticas de García-Margallo al día siguiente de su reunión con Castro. El jueves, aún en La Habana, el ex presidente no quiso valorar las palabras del titular de Exteriores y se puso a disposición del Gobierno para informarle de los resultados de su viaje a Cuba.
Eso sí, Zapatero, que contextualizó la visita en una iniciativa internacional que busca la abolición de la pena de muerte en el mundo, mostró su convencimiento de que «es conveniente y razonable que Cuba salga» de la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo.
A colación de esto, el ex presidente del Gobierno recordó que Cuba fue uno de los países a los que España pidió colaboración en el proceso de negociaciones con ETA durante su mandato. Zapatero puso de relieve que Cuba apoyó a España en dicho proceso.
En esta misma línea, el ex ministro de Asuntos Exteriores y protagonista del encuentro de la polémica junto a Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, defiende en un artículo, publicado en su web con anterioridad al viaje, que Cuba apoyó a España en la lucha contra ETA «con eficacia y generosidad», tanto «en los años de plomo» como con el anuncio del cese definitivo de la violencia por parte de la banda en 2011, informa Europa Press.
Sin embargo, este periódico publicó el pasado sábado que Madrid ha reiterado en diciembre y febrero pasados las solicitudes oficiales de extradición de los etarras José Ángel Urtiaga Martínez y José Ignacio Etxarte Urbieta, que residen en Cuba desde los 80 y tienen causas pendientes en la Audiencia Nacional. Hasta ahora, La Habana ha mantenido silencio, a pesar de que reclama su salida de la lista de países colaboradores con el terrorismo y es consciente de que la resolución de las solicitudes de extradición de los etarras es clave para que España muestre su apoyo a la salida de la lista de Cuba.