EL MUNDO 18/06/14
· Homs le reprocha sus «amenazas» y rechaza la situación actual
José Manuel García-Margallo y Francesc Homs mantuvieron ayer uno de sus tradicionales enfrentamientos dialécticos a distancia a cuenta de las consecuencias de una consulta soberanista –y de una eventual independencia– de Cataluña. El ministro de Exteriores afirmó que esa posibilidad tendría consecuencias «catastróficas», sobre todo en el ámbito económico; el portavoz de la Generalitat le pidió que deje de «amenazar» a Cataluña.
El ministro de Exteriores, que participó ayer en un coloquio en Barcelona, aseguró que la independencia haría «inviable» económicamente a la comunidad. «Ofrecer una consulta no es viable y, por no viable, produciría consecuencias catastróficas en términos económicos, por eso no tengo nada más que hablar», dijo en diversas ocasiones García-Margallo.
Ya en tono de broma y ante la insistencia de algunas preguntas, el ministro abundó: «Yo no tengo nada más que hablar. Usted me dice que me invita a café, vale, yo le invito, pero si usted me dice que además se lleva a mi mujer… hombre, por lo menos tendremos que hablarlo». Por ello, invitó a la Generalitat a centarse en la recuperación económica y en el «cambio de modelo» que, según él, ya se está produciendo.
García-Margallo también quiso curarse en salud afirmando que sus palabras no eran un ataque al Govern, que pretende convocar una consulta independentista el 9 de noviembre. «No es un amenaza, es una advertencia: si usted se tira sin paracaídas… Salvo milagro, hay serios riesgos de estrellarse», afirmó, informa Efe.
Pero fue en vano, porque Homs salió hecho una furia, tras la reunión del Ejecutivo catalán, a echar en cara al ministro de Exteriores sus «amenazas» a cuenta del llamado proceso soberanista.
Homs aprovechó el mismo calificativo que había usado poco antes García-Margallo para responderle que «lo que tiene consecuencias catastróficas es quedarnos como estamos», en referencia a la creencia nacionalista de que el PP tiene voluntad de recentralizar el Estado y de que, de seguir en la misma línea, las señas de identidad catalanas acabarán desapareciendo.
El portavoz de la Generalitat también hizo referencia a anteriores intervenciones públicas del ministro y añadió con sorna que echa de menos «al Margallo de hace dos años, el de las propuestas en vez de amenazas».
«En el siglo XXI a una sociedad como la catalana no se la persuade con amenazas, la gente no tiene miedo de las amenazas de un ministro», aseguró.