EL MUNDO 13/11/12
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha afirmado hoy que el Tribunal Constitucional suspendería la convocatoria de un referéndum de autodeterminación por parte de la Generalitat de Cataluña, por lo que, si se lleva a cabo, sería «claramente ilegal, un golpe de Estado en términos jurídicos«.
Entrevistado en la Cope, García-Margallo ha subrayado que, con la Constitución en la mano, es «absolutamente imposible» convocar esa consulta porque «no hay derecho de autodeterminación ni de secesión de una parte del territorio». Si el presidente de la Generalitat decide convocarlo, «el Gobierno recurrirá y el Tribunal Constitucional suspenderá el referéndum«, por lo que sería ilegal continuar por ese camino.
La Carta Magna, ha recalcado el ministro, consagra además dos preceptos «capitales»: que la soberanía reside en «todo el pueblo español» y la «indisoluble unidad de la nación».
García-Margallo, quien ha considerado que si se convocara esa consulta también habría un delito de prevaricación, ha insistido también en la imposible continuidad en la UE de una Cataluña independiente y ha garantizado que ningún país aceptará una declaración unilateral en ese sentido.
Sobre el Príncipe
Además, el ministro ha asegurado que pensar que el Príncipe de Asturias pudiese estar de acuerdo con la secesión de Cataluña o cualquier otra Comunidad Autónoma es «absolutamente disparatado e increíble».
Margallo ha reaccionado así a las declaraciones del secretario general de CDC, Oriol Pujol, quien ayer indicó que el problema de Cataluña a la hora de dialogar con el Estado español es que delante no tiene al Príncipe Felipe, sino al Rey, «que ya ha tomado parte» contra la independencia de Cataluña.
El ministro ha asegurado que la declaración de Pujol «no tiene ni pies ni cabeza» porque «si en algo creen el Rey y el Príncipe es en España«.
«Ni el Príncipe ni el Rey están enfrente de ninguna Comunidad Autónoma -ha añadido el ministro- Están para garantizar el bienestar de todas las Comunidades Autónomas». «Que el Príncipe pudiese estar de acuerdo con una posible secesión de una Comunidad Autónoma es absolutamente disparatado e increíble», ha zanjado.
EL MUNDO 13/11/12