EL CORREO 05/11/13
· La Audiencia Nacional no quiere quedar ante las víctimas como el tribunal que con más prisa ha aplicado el fallo europeo contra la ‘doctrina Parot’.
Quizá sea mejor esperar hasta el próximo martes, paralizar las excarcelaciones de presos de ETA y escuchar lo que el Tribunal Supremo decide sobre el varapalo que Estrasburgo ha asestado a la ‘doctrina Parot’. Es lo que ayer planteó el presidente de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska, a los otros dieciséis integrantes de esa Sala. El magistrado bilbaíno envió una circular a sus compañeros en la que les consulta sobre la conveniencia de decidir la salida de prisión de más reclusos de la organización terrorista cuando el Supremo aún tiene pendiente una reunión para analizar las consecuencias de la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en favor de la exmiembro del ‘comando Madrid’ Inés del Río. Un encuentro que el Supremo mantendrá el próximo día 12.
Marlaska, mientras tanto, advirtió ayer por carta a sus compañeros de lo Penal que puede ser mejor esperar acontecimientos y escuchar a sus ‘superiores’ para «guardar la necesaria unidad jurisdiccional». Los jueces de la Audiencia Nacional, en el fondo, no quieren quedar ante la opinión pública como el tribunal que más prisa se ha dado en aplicar el fallo de Estrasburgo. La Sala de Marlaska acordó en apenas unos días la salida de la cárcel de Del Río y también de Juan Manuel Píriz. Y fijó para este viernes, 8 de noviembre, la resolución de otra media docena de expedientes, entre ellos, si dejan en libertad a Josefa Mercedes Ernaga –condenada por el atentado de Hipercor– y si aceptan el recurso de Del Río contra la negativa a indemnizarle con 30.000 euros por los años de más que ha permanecido entre rejas. La idea que hasta ayer tenía este tribunal era resolver todos los viernes un número importante de excarcelaciones e ir quitándose de encima el medio centenar de impugnaciones de reclusos afectados por la ‘doctrina Parot’.
Una actitud que contrastaba con el comportamiento del Supremo y el Constitucional. El primero decidió darse tres semanas para estudiar la sentencia del TEDH y fijar su propio criterio. El segundo tribunal, el más alto del Estado, ha acordado no alterar sus ritmos y tramitar los 27 recursos de presos de ETA que tiene pendientes como cualquier otro caso, sin una excesiva prioridad.
Críticas de Rajoy
La gestión de la Audiencia Nacional también ha provocado las críticas de colectivos de víctimas como la AVT. La presidenta de esta asociación, Ángeles Pedraza, censuraba ayer en una entrevista en este periódico las «ganas asombrosas de dejar a los terroristas libres» que, en su opinión, había evidenciado la Sala presidida por Marlaska. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llegó a mostrar en una reunión con damnificados del terrorismo su sorpresa por la rapidez del tribunal al dictar las primeras excarcelaciones
El magistrado bilbaíno apuesta ahora por echar el freno y aguardar, al menos unos días, a ver qué camino marca el Supremo, el tribunal del que emanó la ‘doctrina Parot’, luego ratificada por el Constitucional. Juan Saavedra, magistrado que presidiera la Audiencia de Álava y ahora está al frente de la Sala de lo Penal del Supremo, ha convocado un pleno el próximo martes, en el que los magistrados establecerán su posición definitiva. Saavedra ha encargado a tres jueces diferentes –Julián Sánchez Melgar, Manuel Marchena y Joaquín Giménez– la redacción de sendos informes en los que expresen su visión de la sentencia de Estrasburgo. El pleno deberá inclinarse entonces por una de esas opciones, aunque ya se prevé que habrá un importante debate interno. Algunos magistrados creen que el fallo del TEDH sólo se debe aplicar a aquellos internos a los que se les había fijado una fecha de excarcelación previa, que luego fue pospuesta. Pero que la ‘doctrina Parot’ serviría para el resto, para los que no tenían fecha de salida. Fuentes judiciales no descartan, incluso, que la decisión final se pudiera demorar unos días si la discusión es muy encarnizada. Sobre todo porque los partidos tienen pendiente la renovación del Consejo General del Poder Judicial y su presidente está, a la vez, al frente del Supremo.
Este tribunal tiene claro, en todo caso, que las excarcelaciones de presos de ETA deberán llevarse a cabo de forma espaciada. De uno a uno si es posible. Los magistrados no quieren generar alarma en la sociedad ni soliviantar a las víctimas. Pero son conscientes de que demorar en exceso la salida de prisión de los reclusos afectados podría provocar un nuevo reproche por parte del tribunal europeo. Los jueces de Estrasburgo tienen aún sobre la mesa una treintena de casos similares a los de Inés del Río que, en principio, no tienen pensado resolver a la espera de que la Justicia española les vaya excarcelando.
EL CORREO 05/11/13