EL MUNDO – 23/04/15
· El ‘president’ reprocha sus derrotas en el Parlament a Esquerra, que defiende su estrategia.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, amenazó ayer a ERC con incumplir su acuerdo y no convocar las elecciones anticipadas previstas para el 27 de septiembre si los republicanos no se someten a CiU en las votaciones en el Parlament de Cataluña. El líder de CiU interpreta como una traición que ERC le haya hecho perder varias mociones.
Los convergentes han sufrido en las últimas semanas varias derrotas en la cámara catalana después de que ERC se sumara al resto de la oposición. Una actitud que Mas interpretó ayer como un incumplimiento del acuerdo firmado en enero por CiU, ERC y las entidades soberanistas, y en el que se condiciona la convocatoria electoral de septiembre a la estabilidad parlamentaria del Govern.
Sin embargo, el president dijo ayer en una entrevista emitida en El Punt-Avui Televisió que «el acuerdo [de enero] no se cumple al 100%». Según recordó, en el documento firmado por él mismo, Oriol Junqueras y los presidentes de la ANC, Òmnium Cultural y la AMI, «se habla de estabilidad parlamentaria. Eso quiere decir que la mayoría no debe perder votaciones que estén dentro del día a día del Govern. Y se pierden algunas. Yo creo que eso no es lo que se ha firmado».
A continuación Mas incluyó un mensaje que fue interpretado por ERC como una advertencia clara sobre unas elecciones que ven en clave plebiscitaria pero que todavía no han sido convocadas de forma oficial: «Previsiblemente, las elecciones serán en septiembre de este año, como acordamos», aunque, «evidentemente, pueden pasar cosas», puntualizó el president. La amenaza de Mas contrasta con la partida presupuestaria que el Govern ya ha destinado para la elaboración de la publicidad institucional del 27 de septiembre. Según avanzó EL MUNDO, el ejecutivo catalán ha otorgado ya 1,5 millones de euros a la empresa Focus para que elabore la información sobre el censo.
Las palabras del president catalán, en todo caso, provocaron una nueva crisis en su pacto con los republicanos. Junqueras evitó entrar en el cuerpo a cuerpo, aunque defendió que su partido «es y seguirá siendo el socio más leal del Govern». Sin embargo, avaló su estrategia de volver a dejar sola a CiU en el Parlament en votaciones que afecten «a temas como la lucha contra la corrupción o en favor de la justicia social y la igualdad de oportunidades». Una de las votaciones perdidas que ha provocado el enfado de Mas fue la que frenó la creación del Consorcio Sanitario de Lleida, un proyecto auspiciado por el conseller de Salut, Boi Ruiz, y que es interpretado por toda la oposición en bloque como un intento encubierto de privatizar la sanidad pública y comercializar datos de pacientes. Junqueras tampoco rechazó ayer la posibilidad de que ERC acabe apoyando la reprobación de Ruiz en el Parlament si su plan sigue adelante, pese a la obligación de detenerlo. «Lo que debería pasar siempre es que los consellers cumplan las resoluciones del Parlament, ya que no hacerlo sería muy extraño», dijo.
El presidente de los republicanos quitó hierro a la advertencia de Mas sobre las elecciones porque da por hecho que «todo el mundo cumplirá los acuerdos y los ciudadanos de Cataluña podrán votar» el 27 de septiembre. «No tenemos por costumbre opinar sobre lo que dicen otros, pero estoy convencido de que todos sabremos aprovechar la oportunidad que tiene Cataluña para construir un nuevo país», zanjó.
Mas también dio ayer por imposible la lista unitaria soberanista. Aunque dijo que «siempre deben dejarse las puertas abiertas a todo», da por hecho que acabará encabezando una candidatura que sumará nombres de CDC con personalidades que defiendan la independencia.
LOS MOSSOS PIDEN «LEALTAD» AL MINISTERIO DEL INTERIOR
El ‘conseller’ de Interior, Ramon Espadaler, volvió a reclamar ayer al Gobierno que permita a los Mossos d’Esquadra acceder al resto de policías europeas sin la intermediación de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Según esgrimió durante un acto solemne al que acudieron los máximos representantes de ambos cuerpos policiales, los Mossos «no son una policía auxiliar».
El comisario jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, pidió también «lealtad» al Ministerio del Interior después del choque entre ambos gobiernos tras la operación antiyihadista que llevó a los Mossos a detener a 11 personas por su relación con una célula del Estado Islámico.
EL MUNDO – 23/04/15