EL MUNDO – 03/11/15
· Forcadell convoca la Junta de Portavoces, sin esperar que el PP designe al suyo, para aprobar ya la declaración de independenciaCDC impide que su comité vote el texto secesionista y luego anuncia que se ha aceptado por unanimidad.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, presiona para que la votación de la hoja de ruta independentista pactada entre Junts pel Sí y la CUP se realice antes del pleno de investidura del próximo lunes. Contradiciendo el reglamento, Forcadell ha convocado para hoy la Junta de Portavoces sin que el PP se haya constituido como grupo parlamentario, una situación inédita.
El encuentro es el paso previo imprescindible para desencallar la paralización del texto que consiguieron la semana pasada el PSC, Ciudadanos y el PP. Los dos primeros partidos acudirán a la cita para mostrar su desacuerdo, mientras que los populares no asistirán: «Para chula ella, chulos nosotros», resumió ayer Xavier García Albiol.
Con esta reunión, Artur Mas y Junts pel Sí buscan un gesto simbólico ante la CUP. CDC no permitió ayer que su comité votara el texto secesionista, pero anunció que se había aceptado por unanimidad.
Carme Forcadell ha rebasado los límites del reglamento del Parlament para convocar para la mañana de hoy una Junta de Portavoces sin que el PP haya designado oficialmente a un representante. Los populares tienen tiempo hasta el viernes a las 9.30 horas para inscribirse como grupo en la Cámara catalana, un plazo que imposibilitaría votar la propuesta de «desconexión» de Junts pel Sí y la CUP antes del pleno de investidura del lunes 9 de noviembre. Y Forcadell no está dispuesta a esperar.
Con el objetivo de acelerar un proceso imprescindible para favorecer una hipotética reelección de Mas, la presidenta del Parlament echó mano ayer del artículo 35.2 del reglamento, que indica que la Junta de Portavoces «es convocada por la Presidencia de la Cámara a iniciativa propia o a petición de dos grupos parlamentarios o de la quinta parte de sus miembros». Ante la ausencia del PP, Forcadell remitió ayer una carta a sus diputados solicitándoles que designen a un representante que asista a la convocatoria.
Una fórmula rocambolesca, en suma, para forzar el reglamento que ya apuntaron la semana pasada varios dirigentes de Convergència con el fin de tener el texto de «desconexión» listo antes del primer pleno de investidura.
En la reunión de hoy, la Mesa escuchará el criterio de los portavoces de cada partido en relación a las peticiones de Ciudadanos, PSC y PP de que se reconsidere la admisión a trámite de la resolución independentista e «inmediatamente después» tomará una decisión al respecto, según fuentes del Parlament. La mayoría de Junts pel Sí en la Mesa, con cuatro de siete miembros de su grupo, garantiza que la propuesta salve este escollo y pueda continuar su tramitación de forma urgente.
A partir de aquí se abrirá un periodo de 48 horas para que los diferentes partidos presenten enmiendas al texto. Un plazo que terminará el viernes, justo el día límite que marca el reglamento para que el PP se constituya como grupo parlamentario.
Entonces, la Junta de Portavoces volverá a reunirse para fijar la fecha del pleno extraordinario sobre la resolución independentista, que podría celebrarse como muy pronto el mismo viernes por la tarde, el sábado –si se habilita–, o el lunes por la mañana, antes de la sesión de investidura.
Para Junts pel Sí, y en especial para Convergència, la hoja de ruta exprés de «desconexión» pactada con la CUP es una concesión al partido antisistema al incluir aspectos como la expresa «desobediencia» al Tribunal Constitucional (TC). Un gesto simbólico que ha provocado una evidente división en el seno del Govern, y con el que Artur Mas busca convencer a los dirigentes del partido antisistema para que voten a su favor el próximo lunes.
El documento que el bloque soberanista quiere aprobar el lunes también precisa que el proceso de «desconexión» con el Estado debe llevar a un «empoderamiento de la ciudadanía a todos los niveles y en base a una participación abierta, activa e integradora». Otro guiño directo al partido antisistema, que pedía un movimiento de este calado a Junts pel Sí antes de formar Gobierno y empezar la legislatura.
Desde las filas convergentes ya se da por hecho que la resolución se votará como máximo «la semana que viene». Habría «mecanismos alternativos para votar» si al TC, que es un «árbitro de parte presidido por un señor del PP», se le «pasara por la cabeza» suspender el pleno, señaló ayer el consejero de la Presidencia, Francesc Homs.
Por su parte, el líder de la CUP, Antonio Baños, volvió a dejar claro ayer que la formación antisistema no investirá a Artur Mas como presidente de la Generalitat pese a haber firmado conjuntamente el acuerdo de ruptura. «Hay un amplio espectro de nombres y un amplio campo para llegar a acuerdos», dijo sobre la posibilidad de dar su apoyo a un candidato alternativo que no sea el actual líder de Convergència.
No obstante, el partido antisistema tomará la decisión final sobre la investidura en una asamblea extraordinaria que celebrará el sábado en Perpiñán. Si Mas no consigue los votos suficientes para su reelección en el pleno previsto para el 9 de noviembre, dispondrá aún de un margen de dos meses para seguir negociando. En caso de que este plazo venciera sin acuerdo, se convocarían automáticamente unas nuevas elecciones para el mes de marzo.
EL MUNDO – 03/11/15