EL PAÍS 18/03/13
El presidente, ante la situación de crisis, ordena a sus consejeros dialogar con los ministros de Mariano Rajoy
La sesión del Ejecutivo fue también inaudita porque Presidencia, en contra de lo que es habitual, no informó de la convocatoria ni tampoco de sus conclusiones. La reunión, de hecho, trascendió al publicarla La Vanguardia que recogió también una fotografía del encuentro con los consejeros vestidos con ropa informal. La vicepresidenta Joana Ortega confirmó ayer por la mañana la celebración de esa reunión extraordinaria durante un acto para conmemorar el 75º aniversario de los bombardeos sobre Barcelona durante la Guerra Civil. La democristiana precisó que la vía de diálogo con La Moncloa está sujeta a no cruzar “dos líneas rojas”: la consulta soberanista, que goza de una amplia mayoría parlamentaria, y la defensa del Estado del Bienestar.
Con la insólita convocatoria del sábado en Pedralbes, Mas quiso desdeñar a la oposición a la que culpa de su escasa complicidad para combatir la crisis y de actuar con partidismo. Su objetivo era que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell expusiera a los líderes políticos la gravedad de las finanzas catalanas y que todos formaran un frente común contra el 0,7% del déficit. El Ejecutivo catalán se niega a aprobar las cuentas hasta que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no flexibilice el objetivo de déficit.
Pero el plan de Mas naufragó. El PSC quería que la jornada girara en torno a un plan de choque contra el paro y el pago de las deudas las entidades sociales y las becas-comedor. Iniciativa (ICV-EUiA) deseaba que la sesión se abriera a los sindicatos y el PP consideraba absurdo debatir sobre la crisis sin Presupuestos. “Esta cumbre no la he inventado yo. La propuso Pere Navarro”, deslizó el miércoles Mas. Un día después y ante la falta de consenso, suspendió el encuentro. Ningún partido respondió ayer a la extraña reunión del Gobierno del sábado. Solo la socialista Rocío Martínez-Sampere señaló que el episodio evidenció la “falta de liderazgo” de Mas y dio la bienvenida a que quiera dialogar. “Parece que ahora el plan B del Gobierno es el plan A del PSC”, remachó.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha dado instrucciones a sus consejeros para que abran vías de diálogo con los ministros del Gobierno de Rajoy para buscar soluciones a la asfixia financiera de las arcas catalanas. Mas dio ese paso durante una insólita reunión extraordinaria del Gobierno catalán celebrada el sábado en el Palau de Pedralbes, justo el mismo día y en el mismo lugar donde estaba previsto celebrar la finalmente frustrada cumbre anticrisis. El propio Mas se vio forzado a suspender esa jornada económica, que había propuesto en campaña electoral el PSC, ante la falta de consenso entre los partidos de la oposición.
La sesión del Ejecutivo fue también inaudita porque Presidencia, en contra de lo que es habitual, no informó de la convocatoria ni tampoco de sus conclusiones. La reunión, de hecho, trascendió al publicarla La Vanguardia que recogió también una fotografía del encuentro con los consejeros vestidos con ropa informal. La vicepresidenta Joana Ortega confirmó ayer por la mañana la celebración de esa reunión extraordinaria durante un acto para conmemorar el 75º aniversario de los bombardeos sobre Barcelona durante la Guerra Civil. La democristiana precisó que la vía de diálogo con La Moncloa está sujeta a no cruzar “dos líneas rojas”: la consulta soberanista, que goza de una amplia mayoría parlamentaria, y la defensa del Estado del Bienestar.
Con la insólita convocatoria del sábado en Pedralbes, Mas quiso desdeñar a la oposición a la que culpa de su escasa complicidad para combatir la crisis y de actuar con partidismo. Su objetivo era que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell expusiera a los líderes políticos la gravedad de las finanzas catalanas y que todos formaran un frente común contra el 0,7% del déficit. El Ejecutivo catalán se niega a aprobar las cuentas hasta que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no flexibilice el objetivo de déficit.
Pero el plan de Mas naufragó. El PSC quería que la jornada girara en torno a un plan de choque contra el paro y el pago de las deudas las entidades sociales y las becas-comedor. Iniciativa (ICV-EUiA) deseaba que la sesión se abriera a los sindicatos y el PP consideraba absurdo debatir sobre la crisis sin Presupuestos. “Esta cumbre no la he inventado yo. La propuso Pere Navarro”, deslizó el miércoles Mas. Un día después y ante la falta de consenso, suspendió el encuentro. Ningún partido respondió ayer a la extraña reunión del Gobierno del sábado. Solo la socialista Rocío Martínez-Sampere señaló que el episodio evidenció la “falta de liderazgo” de Mas y dio la bienvenida a que quiera dialogar. “Parece que ahora el plan B del Gobierno es el plan A del PSC”, remachó.