EL MUNDO 13/03/14
· La Generalitat gasta 462.000 euros en una exposición sobre las 300 Diadas
Artur Mas ha encontrado en el proceso soberanista el bálsamo para todos los males. Echó mano de él ayer de nuevo, en el pleno monográfico sobre pobreza que forzaron en el Parlament PSC, ICV y la CUP, donde afirmó que si Cataluña no dependiera de España tendría más instrumentos para luchar contra la precariedad y habría menos pobres.
Mas quiso escenificar que se tomaba muy en serio el pleno de ayer, convocado «contra el aumento de la pobreza y las desigualdades». Él mismo tomó la palabra para contestar a los partidos impulsores de la sesión y dispuso que hasta seis de sus consellers dieran explicaciones también desde la tribuna.
Sin embargo, la decepción entre las entidades sociales era al final casi unánime. Mas se dedicó a repetir argumentos que esas asociaciones creen tramposos, como el de que el porcentaje de pobres no ha aumentado en Cataluña desde el inicio de la crisis.
También es habitual que el presidente de la Generalitat, defendiendo un argumento tradicional de Esquerra que ya ha hecho suyo, se refiera a su plan soberanista como remedio para los problemas sociales. La teoría de Mas y de sus socios es que si Cataluña fuera un Estado independiente no tendría déficit fiscal con el resto de España y, por tanto, podría usar ese dinero para luchar contra la pobreza.
El president afirmó ayer que «el proceso» que ha abierto en Cataluña está «vinculado punto por punto» con ese combate contra las desigualdades, porque un Estado catalán dispondría de recursos con los que ahora no puede contar.
En su opinión, para «hacer política social con mayúsculas» se necesitan algunas cosas que están al alcance de la Generalitat y otras que no. El Gobierno catalán puede contar ahora mismo con «los recursos que genera el país», con «el talento y el compromiso de las personas del sector público y las asociaciones» dedicadas a luchar contra la pobreza y con la «cohesión social» necesaria para hacerlo.
El problema, añadió, es que le faltan herramientas básicas. «No recaudamos impuestos, no dominamos la tesorería. No somos nosotros los que fijamos los déficit, nos lo hacen desde fuera», dijo.
Esos dos aspectos, sumados a la «incapacidad de la Generalitat de legislar en temas básicos», constituyeron sus principales quejas de ayer, que fueron acogidas con burlas desde los escaños de la oposición.
Para subrayar sus argumentos, el presidente de la Generalitat desveló que, según sus informaciones, el Gobierno español quiere recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) el decreto contra la pobreza energética que el Ejecutivo catalán aprobó hace unas semanas, y que debía servir para evitar que los menos favorecidos se queden sin suministro eléctrico en invierno.
«Estamos cargados de responsabilidades pero despojados de instrumentos vitales», resumió Mas, que admitió que el nivel de pobreza en Cataluña es «escandaloso».
También el consejero de Salud catalán, Boi Ruiz, soliviantó a las entidades cuando justificó la alarma social diciendo que las personas con pocos recursos económicos y con un bajo nivel de estudios tienen «peor percepción» de su salud, lo que no conlleva que esto sea realmente así.
PSC, ICV y la CUP, que provocaron la celebración del pleno de esta semana para, entre otras cosas, poner de manifiesto las contradicciones de ERC como partido de izquierdas y a la vez socio de gobierno de CiU, vieron cómo esos dos partidos formaron de nuevo un frente granítico.