EL MUNDO 07/04/14
· Cospedal adelanta que Rajoy intervendrá y Rubalcaba también subirá a al tribuna
El Congreso celebra mañana martes un pleno que bien puede calificarse como histórico. Tres partidos que conforman la mayoría del Parlamento catalán solicitarán la cesión a la Generalitat de la competencia para celebrar un referéndum soberanista. Aunque la inmensa mayoría del Congreso, con los votos de PP, PSOE y UPyD, rechazará la iniciativa, el debate será muy relevante desde el punto de vista político. Tanto para la Generalitat como para el Gobierno de la Nación y para el PSOE.
Artur Mas dijo ayer que no quería «prejuzgar lo que pasará» mañana martes en el Congreso, aunque la Generalitat trabaja con un presumible rechazo a la petición de una ley que permita hacer la consulta el 9 de noviembre. Por eso, Mas dejó claro que cuenta con el apoyo suficiente para seguir con su hoja de ruta independentista sea cual sea el resultado de la votación en el Congreso. «Dirán no a una ley, pero no podrán parar la voluntad del pueblo de Cataluña», aeguró antes de aspostillar que los catalanes «no dejarán de movilizarse no sólo en la calle sino en todas partes» de manera «civilizada, constructiva y dialogante».
El president destacó que en Cataluña existe «una estructura social» que está «muy concienciada» con el proceso soberanista y que existe «una simbiosis con las instituciones catalanas» en la búsqueda del autogobierno. «Lo que está pasando en Cataluña, aunque algunos no se lo crean, no es cosa de líderes enloquecidos sino la voluntad de muchos y las instituciones deben escuchar y canalizar esta voz mayoritaria hacia las cuotas que desean», afirmó Mas.
Además comparó a la sociedad catalana con «una gran estructura de país», justo un día después de que la Assemblea Nacional Catalana anunciase diversos actos hasta la fecha en la que se debe celebrar la consulta en noviembre para reivindicar la independencia, que según esta entidad, se proclamaría el próximo 23 de abril de 2015.
En declaraciones a La Xarxa, Mas también destacó que el Congreso probablemente denegará la petición del Parlament, lo que es «una lástima y una ocasión perdida nuevamente», sobre todo después de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. «El Estado español debería ser consciente de que fue un error monumental y de que ahora tienen un modo de arreglarlo», añadió Mas.
El presidente catalán también destacó que no participará en el debate porque no quiere repetir una imagen como la que ofreció el lehendakari Juan José Ibarretxe cuando presentó su plan en el hemiciclo. «Yo, esta gran victoria no se la quiero dar», advirtió el president que remarcó que no va «porque no tenga ganas, de hecho incluso tendría muchas ganas de intervenir».
El presidente de la Generalitat será el único líder político catalán que no asista, ya que han confirmado su presencia en la tribuna de invitados Oriol Junqueras, de ERC, Pere Navarro, del PSC, y Alicia Sánchez-Camacho, del PP. Socialistas y populares han recriminado estos días a Mas su falta de «coraje» por no acudir al Congreso a debatir su plan soberanista.
La gran incógnita de las semanas previas al debate ha sido si Mariano Rajoy, por parte del Gobierno, y Rubalcaba, en nombre del PSOE, subirían a la tribuna a confrontar con los portavoces catalanes. Ayer empezó a despejarse esta duda cuando en un acto del PP en Melilla, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, aseguró que el presidente del Gobierno defenderá el martes en el Congreso que la soberanía nacional reside en los 49 millones de españoles. Posteriormente, ante el revuelo organizado al desvelar una intención del presidente sobre la que Moncloa ha querido mantener el suspense. La número dos del PP matizó que Rajoy hablará de la soberanía nacional «tanto si es él el que interviene en el Pleno como si es otra persona».
Alfredo Pérez Rubalcaba, que estaba pendiente de la intervención de Rajoy, ha decidido también subir él mismo a la tribuna en nombre del PSOE. La participación del presidente del Gobierno y del líder de la oposición indica que los principales partidos nacionales conceden a este debate una gran relevancia política. La líder del PP catalán aseguró ayer que el Gobierno rechazará el plan soberanista, pero también ofrecerá a Artur Mas durante el debate un «amplio» diálogo sobre financiación e infraestructuras.