ABC – 31/07/14
· Mantiene el desafío, pero se jacta del «diálogo abierto» en materia económica.
«Verán ustedes un 11 de septiembre (fecha de la Diada) espectacular y ahí verán la fuerza de la población catalana». Son palabras de Artur Mas, con el mismo fondo desafiante que mantuvo en buena parte de la rueda de prensa que ofreció ayer tras su encuentro con Mariano Rajoy, en la que –en contra de la firmeza del presidente del Gobierno– se mostró convencido de que habrá consulta. Y de que, si no es de acuerdo con el Estado, se hará «igualmente de manera legal».
Mas pasó del reto a la advertencia cuando avisó de que si el Tribunal Constitucional (TC) acaba anulando ese referéndum soberanista, entonces se entrará «en otra fase, –dijo– quizás la última». Sean elecciones plebiscitarias o una declaración unilateral de independencia, el presidente de la Generalitat rehusó despejar la incógnita justificando que aún no toca, habida cuenta de, como recordó, «yo no he convocado aún la consulta».
Artur Mas no compareció en La Moncloa sino, como es su costumbre, en la llamada «embajada» de la Generalitat en Madrid. Allí inició el resumen de su entrevista con Rajoy con un mensaje conciliador en el que declaró que se ha establecido «un clima de diálogo abierto», que «no se han cerrado todas las puertas».
«España nos roba» y Pujol
Pero el optimismo pareció quedar circunscrito más bien al ámbito de un documento de 23 reivindicaciones económicas y de financiación que el presidente de la Generalitat catalana planteó ayer al jefe del Gobierno, en el que se refleja, entre otros, que la Sanidad o el sistema de dependencia catalanes están «en situación límite».
«Hemos tocado hueso», proclamó Artur Mas, volviendo a hacer un ejercicio de victimismo muy al estilo del viejo «España nos roba» y obviando de forma deliberada la reciente confesión de que durante 34 años su «padre político», Jordi Pujol, ha distraído una fortuna a esas mismas arcas catalanas al mantener millones de euros en paraísos fiscales. «No me siento afectado en absoluto por lo que ha ocurrido con el presidente Pujol», declararía Mas al ser preguntado por el caso.
Victimismo exhibió también Artur Mas cuando dijo haber ido ayer a Madrid a escuchar de Mariano Rajoy «una propuesta que pudiéramos analizar» en relación con la consulta, pero que «no existe». Por toda respuesta –narró– «se me ha recordado que no podemos hacer la consulta porque es ilegal».
Frente a ello, el presidente de la Generalitat volvió a declararse una vez más el depositario de un mandato del parlamento catalán y exponente de «una mayoría social y política» que quiere votar. Y en ese empeño, en que se vote –Mas no pronunció ayer la «independencia» como su objetivo– prometió poner «toda la carne en el asador y todo el sentido común».
«Que se me juzgue por ello», desafió, y volvió a hacerlo al sentenciar que el referéndum «o se hace o no habrá una solución estable para resolver el conflicto político» entre Cataluña y «el resto del Estado». «No es un problema de legalidad –reprochó a Mariano Rajoy y a los impedimentos constitucionales– sino de falta de entendimiento político: si acordamos hacer la consulta, ya buscaremos cómo».
ABC – 31/07/14