EL MUNDO 15/07/15
· Será el aspirante a ‘president’ aunque vaya de número 4 en la lista.
· Amenazó a Junqueras, que irá quinto, con aplazar los comicios si no cedía.
Artur Mas se ha salido con la suya y ha logrado que ERC acepte una lista unitaria con políticos de cara al 27-S. Convergentes y republicanos se repartirán al 60%-40% sus candidatos, cederán el primer puesto a las entidades soberanistas, situarán a Mas y a Junqueras en cuarto y quinto lugar de la lista y reelegirán al president en caso de ganar las elecciones. De hecho, ambas formaciones ya trabajan en un Gobierno de coalición «que ponga en marcha todo lo necesario» para romper con el Estado y lograr la independencia.
Convergència logra así imponer su propuesta pese a las reticencias de ERC, que apostaba por una candidatura sin políticos y dirigida por Òmnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana. El lunes, Mas amenazó con cumplir su advertencia de no convocar elecciones para el 27-S si no había acuerdo a favor de una lista unitaria con políticos
«Soy el único que puede convocar estas elecciones y cualquier cosa no la haré», alertó Artur Mas la semana pasada en una entrevista televisiva. Una posibilidad que ERC enterró el lunes al avenirse a formar parte de una lista con el president y las entidades soberanistas para dar un marcado acento plebiscitario a las elecciones del 27-S.
En caso de ganar los comicios bajo el paraguas de esta candidatura única, el Ejecutivo de facto se constituiría con Mas como president y una cuota de nacionalistas y republicanos parecida a la de la lista del 27-S.
El acuerdo también introduce modificaciones en la hoja de ruta para después de los comicios. Cambios en los que ERC ha puesto el acento a fin de determinar con más concreción los pasos a dar hacia la independencia de Cataluña en el supuesto de que el bloque soberanista obtenga mayoría absoluta en el Parlament.
En este sentido, los republicanos desean acordar previamente cuándo y en qué circunstancias se puede producir el denominado «punto de ruptura» (o declaración unilateral de independencia), si el Estado no negocia el proceso de secesión en el supuesto de que en el 27-S se obtenga una mayoría independentista en el Parlament.
Ambas entidades encabezarán la lista con un candidato independiente aún por determinar, además de contar con un porcentaje de puestos destacado. Los demás serán para Moviment d’Esquerres (Més) y Democràtes per Catalunya (DC), las escisiones soberanistas de PSC y Unió.
«Nosotros lo que sabemos hacer mejor son campañas unitarias, que no son de partido político sino de acercarse a la población que está convencida de que la independencia es lo mejor que nos puede pasar para que contagien al resto; y a la población que tiene dudas para explicarles qué quiere decir construir un nuevo Estado para Cataluña», defendió ayer la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, a la salida de la segunda cumbre celebrada en la Generalitat en dos días.
Anoche, las ejecutivas de CDC y ERC, así como las direcciones de las entidades soberanistas, ratificaron un pacto que será presentado en el Parlament.
La CUP, por su parte, no ha querido plegarse a las exigencias de Mas y ha rechazado formar parte de la candidatura de CDC, ERC y las entidades soberanistas. Su apuesta inicial era doble: apoyar una lista sin políticos para lograr una mayoría independentista en el Parlament y celebrar unas elecciones constituyentes tres meses después. Una iniciativa, apoyada inicialmente por Òmnium Cultural, la ANC e incluso por ERC, que Convergència rechazó rápidamente en la primera cumbre celebrada esta semana.
Tanto es así que el líder de la formación antisistema, David Fernàndez, reconoció ayer que fue «una sorpresa encontrar un terreno de juego cambiado» en el encuentro del lunes en la Generalitat.
Debido a este cambio de rumbo de Artur Mas, la CUP se levantó y abandonó las negociaciones con la idea de desmarcarse de una candidatura que les obligaba a apoyar explícitamente a CDC y apostó por una lista propia de cara al 27-S. «No somos la muleta de nadie, sólo de las aspiraciones de libertad y justicia social de nuestro pueblo», advirtió ayer David Fernàndez, quien también cargó contra las «formas» exhibidas los últimos días por algunos de los participantes en las reuniones, a quienes ha acusado de actuar con «mala fe» a través de filtraciones «partidistas e interesadas».
En este sentido, el líder de la CUP también explicó que el único acuerdo alcanzado con el resto de formaciones independentistas se refiere al carácter plebiscitario del 27 de septiembre, y aseguró que cualquier otra cuestión, como la posibilidad de protagonizar actos comunes en campaña electoral, tendrá que pasar antes por el voto de la militancia. «No será CDC ni quienes defienden el autonomismo de izquierdas quienes marquen nuestra agenda», subrayó el portavoz del Secretariado Nacional de la CUP, Xevi Generó.
ERC, en cambio, sí que ha alterado su agenda tras el preacuerdo con Mas para formar una lista conjunta de cara al 27-S. Hoy, el propio Oriol Junqueras tenía previsto protagonizar un gran acto en Barcelona par presentar su proyecto independentista, una conferencia llamada El nuevo país en 21 segundos,que ha anulado «por los hechos políticos de las últimas horas». Igual ha sucedido con una charla que la secretaria general del partido, Marta Rovira, tenía que dar el próximo martes para desgranar los 10 primeros pasos de una hipotética Cataluña independiente.
Convergència, por su parte, mantiene su agenda y celebrará este fin de semana su particular refundación para «reactualizar» sus bases ideológicas a la actual etapa que vive Cataluña, con el proceso independentista como eje principal. El objetivo es desvincularse de las acusaciones de corrupción derivadas de la época de Jordi Pujol y ratificar un nuevo cambio de rumbo tras la ruptura con Unió.