Iñaki Zaragüeta, LA RAZÓN, 25/10/12
O Artur Mas ha tenido una revelación, o ha perdido sus cabales, o Cataluña es la absoluta desconocida. Los hechos que acaecen allí sintonizan más con Kafka o Breton que con la coherencia del sigo XXI.
Mas le ha cogido gusto al desafío, los eurodiputados catalanes se encomiendan a la UE –¿por qué no a la OTAN?, sería más efectivo para la defensa de la invasión del Ejército español–, ERC reclama un compromiso al Gobierno de España para garantizar la inhibición de las Fuerzas Armadas, y un grupo de operarios municipales retira el escudo de los Borbones de un edificio del emblemático Paseo de Gràcia, imagino que protagonizando una gesta como respuesta al repaso que les dio Felipe V?
A ver si lo que realmente quiere el dirigente de CiU y su grupo y sus colaterales de ERC, Laporta o Rosell, es la ocupación militar como salida al laberinto en el que voluntariamente se han metido. La entrada pacífica de los tanques podría servirles de justificación para eludir la responsabilidad del fracaso. Como dicen en mi pueblo, «pa … y no echar gota».
No sé, no sé. No veo a Artur Mas ni a la sociedad actual catalana, por más imbuida de fundamentalismo que esté la educación, haciendo de Simón Bolívar, Ho-Chi-Min o Don Pelayo. No les vendría mal a algunos reflexionar sobre aquello «del pueblo que olvida la Historia está condenado a repetirla». No creo que haya en ella demasiados capítulos merecedores de reincidencia.
Estoy de acuerdo con la política de Rajoy de no tensar la cuerda, pero un día tendrá que hacerlo y explicar la verdad sobre el presente y futuro de esta aventura. Así es la vida.
Iñaki Zaragüeta, LA RAZÓN, 25/10/12