EL MUNDO – 16/05/14
· ICV advierte a CiU y ERC de que «no aceptará» ningún sucedáneo de la consulta.
El presidente de la Generalitat cada vez admite más abiertamente que la fórmula que tiene pensada para cumplir su promesa de que los catalanes voten sobre sus preferencias en la relación entre Cataluña y el resto de España son las elecciones plebiscitarias. Pese a las dudas que suscita esa opción, Artur Mas insistió ayer en que si el Gobierno impugna la convocatoria de la consulta soberanista y «no deja otra opción, sólo quedará la de las elecciones».
Pese a que en CiU y en Esquerra suelen negarse a hablar de escenarios posteriores al 9 de noviembre, cuando está convocada la consulta, el presidente de la Generalitat ya ha dejado caer en varias ocasiones qué hará cuando suceda lo que parece inevitable: que el Gobierno de Mariano Rajoy lleve la ley de consultas que apruebe el Parlament al Tribunal Constitucional.
Pero las plebiscitarias suscitan problemas de difícil resolución, empezando por los legales. No existe ninguna fórmula para convertir unas elecciones autonómicas en un plebiscito sobre un particular concreto; de hecho, casi todos los partidos se negarán a centrar la campaña en el asunto de la independencia de Cataluña, como seguramente pretenderán CiU y ERC.
La última formación en desmarcarse de esa estrategia ha sido ICV, y se trata de una toma de posición de importancia, porque los ecosocialistas han acompañado hasta ahora a CiU y ERC en el proceso soberanista abierto por Mas.
El candidato de ICV a las europeas, Ernest Urtasun, dijo ayer que «habrá que estudiar otras medidas si el Estado bloquea» la consulta prevista por Mas y sus socios para el 9 de noviembre, pero dejó claro que su partido «no aceptará» unas plebiscitarias como sucedáneo, porque el referéndum «es insustituible».
Pero el presidente catalán tiene muy presente esa fórmula, como demostró ayer de nuevo en una entrevista en la Ser. De entrada, Mas descarta un referéndum ilegal, que sería la opción que elegiría la parte más radical del independentismo. A cambio, pidió al Gobierno español que «no obstruya» la ley que se tramita en el Parlament para convocar la consulta soberanista. Afirmó que así evitará un «conflicto mayor» y alertó contra la posibilidad de que se cierre en falso el encaje de Cataluña.
«Quizás ha llegado el momento de no cerrarlo en falso, definitivamente, y a lo mejor nos conviene a todos. Se cerró en falso en el 78, como se ha demostrado ahora, y en los años de la República del siglo pasado. Siempre se ha cerrado en falso la relación entre Cataluña y el resto de España», aseguró.
También pidió a Rajoy –con quien admitió que lleva sin mantener una conversación desde el pasado verano– que se dé cuenta de que «es mucho mejor hacer la consulta con la ley catalana» que unas plebiscitarias. Y contra los argumentos legales que usa el Gobierno, Mas alertó de que «la Constitución no se puede usar como una apisonadora para aplastar la voluntad de los catalanes».
En cuanto a la reforma de la Carta Magna que propone el PSOE, el president se mostró «muy escéptico», pero dijo estar dispuesto a someter una propuesta a votación –junto a las dos preguntas que pactaron CiU, ERC e ICV–, siempre que la avalen de forma conjunta socialistas y populares.
EL MUNDO – 16/05/14