ABC 30/12/13
· El órgano asesor para la independencia ya busca cómo justificar un poder judicial catalán
El Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN) es la coartada jurídica de un proceso independentista en el que el presidente Artur Mas no ahorra esfuerzos ni dinero. Aunque los doce miembros de este órgano, todos ellos entusiastas del proceso secesionista, no tienen remuneración, su presidente, Carles Viver Pi-Sunyer —ex vicepresidente del Tribunal Constitucional—, es director a su vez del Instituto de Estudios Autonómicos (IEA), órgano dependiente de la Consejería de Gobernación de la Generalitat, cargo por el que cobra anualmente 102.000 euros. Esta entidad lleva las riendas jurídicas del «derecho a decidir y la transición nacional», pues así lo indican los presupuestos catalanes para 2014, que asignan al Instituto 419.932 euros para llevar a cabo este cometido.
Política ficción PPC y C’s consideran que los informes no hacen más que alimentar una política «delirante»
Los trabajos del IEA son, por tanto, la base del Consejo Asesor, que trabaja en el diseño de lo que en su momento se definió como el «día 1» de la independencia. Si llega la secesión hay que estar preparados, se explicó en su momento para justificar los trabajos del grupo de expertos, un consejo que para partidos como el PP y Ciudadanos no hace más que alimentar lo que califican de política «delirante».
Tras un primer informe centrado en la consulta, y cuya principal conclusión es que la misma puede celebrarse dentro de la legalidad actual, el CATN acaba de entregar al gobierno catalán cuatro nuevos trabajos, dentro de la veintena que se han comprometido a elaborar, y que conformarán, emulando al «libro blanco» con el que el independentismo escocés quiere explicar la separación del Reino Unido, algo así como un «manual de uso» de la segregación.
Cooperación
En los informes entregados, el más sustancioso abunda sobre el tipo de relación que tendrían el nuevo estado catalán con España. Curiosamente, el propio consejo reconoce que la Cataluña independiente nacería con unas debilidades que hacen recomendable algún tipo de cooperación con el país del que acabaría de desgajarse.
Es aquí donde el CATN lanza una serie de propuestas que leídas negro sobre blanco suenan a novela, pero que los asesores de Artur Mas, y el propio gobierno catalán, se toman del todo en serio. La primera propuesta pasaría por la creación de un Consejo Ibérico en el que, además de España y Cataluña, se integrarían Portugal y Andorra, o, en su defecto, un Consejo Catalano-Español en el que se pactarían distintos grados de cooperación en materia económica, migratoria, cultural, deportiva, energétuica, lingüística o de defensa. El Consejo Asesor se fija en el modelo del Benelux (la unión económica que integran Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo), el del British-Irish Council o el del Nordic Council (Dinamarca, Noruega y Suecia).
Los asesores, dando por descontado que los países aludidos querrán participar en el mismo, hasta detallan el funcionamiento de dicho organismo, con un Consejo de Parlamentarios integrado por miembros de cada estado, un Consejo de Ministros común con una presidencia rotatoria, todos coordinados por una secretaria general permanente.
«Una cosa es que el proceso soberanista lleve a la creación de un Estado, y otra cosa distinta es que éste se quede en una posición aislada», aseguró Viver Pi-Sunyer, al frente del grupo asesor del presidente Mas. El Consejo que preside, aseguró, quiere demostrar que el «proceso no tiene como finalidad romper todas las relaciones con España sino al revés, que sean más sólidas y estrechas, desde la igualdad».
Camino de ida y vuelta
De alguna forma, el Consejo de Transición sugiere un camino de ida y vuelta: avanzar hacia la independencia, deshaciendo vínculos con España, para luego regresar a algo así como una casa común, reconociendo que juntos a ambos estados les iría mejor. Es lo que la diputada de Ciutadans, Carina Mejías, definió como un comportamiento bipolar: «Los informes de los asesores de Artur Mas ponen de manifiesto la esquizofrenia del separatismo, que defiende la ruptura pero sabe que la fuerza reside en la unión. Una vez se contempla la ruptura, todos los esfuerzos van encaminados a volverse a unir».
El Consejo Asesor, integrado por una docena de miembros, en su mayoría economistas y expertos en derecho, así como por la periodista Pilar Rahola, promete en las próximas semanas entregar el resto de informes comprometidos. En uno de ellos, se indaga ya en las fórmulas jurídicas que permitan a una Cataluña independiente disponer de un poder judicial propio. Otros informes pendientes serán sobre energía, seguridad, Poder Judicial, organismos reguladores, reparto de activos y pasivos con el Estado…
En los informes ya realizados, y en la misma línea de colaboración entre los Estados, los asesores de Masplantean también la necesidad de garantizar la reciprocidad de las emisione de RTVE y de TV3, al menos en Baleares, la Comunidad Valenciana y la zona oriental de Aragón. En materia linüística se propone la colaboración con todos los territorios de habla catalana, una fórmula llamada Entesa que soslaya el concepto Països Catalans, habitual en círculos independentistas.
En materia deportiva, el CATN no ve impedimento para que el Barça siga jugando la Liga. En general, e insistiendo en la supósiciónla idea de que la separación de España se hará de manera cooperativa, el Consejo Asesor da por descontada la colaboración y cesión de recursos del Estado a favor de Cataluña. Es el escenario que se plantea en relación a la creación de la Agencia Tributaria del nuevo estado catalán, uno de los elementos señalados por el propio Artur Mas como nucleares del proceso.
Así, que Cataluña tenga capacidad por si misma para recaudar impuestos costará entre 400 y 750 millones, una cifra que oscilará en función del grado de cooperación de España, de la que se espera que ceda parte del personal y, sobre todo, el censo de contribuyentes. La Agencia Tributaria catalana podría llegar a recaudar hasta 100.000 millones de euros anuales, aseguran.
Informes adhoc para que todo cuadre
El primer informe del Consejo Asesor apuntaba hasta cinco fórmulas para celebrar dentro de la «legalidad» una consulta. En último extremo, y si el Estado no colaboraba, como ya se sabe, los asesores sugerían la celebración de elecciones plebiscitarias para luego proceder a una declaración unilateral de independencia, lo que se ha conocido como la «vía Kosovo».
Consejo Ibérico
Asumiendo los «estrechos vínculos» entre Cataluña y España, el órgano asesor propone un marco de cooperación entre ambos estados en caso de que se produzca la independencia, como un Consejo Ibérico en el que también se integrarían Portugal y Andorra con presidencia rotatoria.
Segregación amistosa
El Consejo Asesor presupone que la secesión catalana se realizará de forma amistosa y en un marco cooperativo, en el que España, por ejemplo, cederá personal y el censo de contribuyentes necesarios para constituir una Agencia Tributaria catalana (hacienda propia), cuyo coste oscilará entre los 400 y los 750 millones de euros.
Salvar el fútbol
¿En caso de independencia seguirá habiendo «derbis» entre Barça y Madrid? Los asesores de Mas creen que sí, dada la naturaleza privada de los clubes y de la Liga. El CATN sugiere también que haya reciprocidad de las señales de RTVE y de TVC, al menos en Baleares y Valencia.